"Quiero lograr algo con el Sevilla, ganar un título con el Sevilla. Sólo vivo el presente del Sevilla y ganar el sábado", decía el chileno. De ahí que se sienta frustrado. "A nadie le gusta perder. Yo me cabreo mucho. En Pamplona terminé muy enfadado. No hicimos las cosas mal pero no se dio la situación de ganar".
Hablaba también de su comportamiento sobre el rectángulo de juego y de la fama que se está ganando en el campeonato. "Todos los partidos tengo ganas de morder, pero me tengo que controlar porque me suben las revoluciones. En eso trabajo eso día a día. Soy de sangre caliente y a veces reacciono sin pensar como en el derbi que fue algo en el momento y no lo pensé, pero al minuto me arrepentí mucho. A veces me cuesta mucho manejarlo pero mis compañeros me ayudan día a día. En los entrenamientos cuando sufres una entrada fuerte me pongo rabioso y trato de controlarlo. Sé que tengo que cambiar porque a veces he perjudicado al equipo".
Medel no arroja la toalla en relación a las opciones europeas del Sevilla. "El Valencia es un rival muy difícil pero se puede ganar, sobre todo en casa, donde estamos haciendo las cosas bien y espero que este sábado salgamos adelante", dice.
Finalizaba lanzando un mensaje a la grada en previsión de lo que pueda pasar este sábado. "Tiene que salir el sevillismo real, el que todos conocemos. A las malas solo están unos pocos, pero ellos nos van a apoyar aunque la situación no esté muy buena. Ahora más que nunca tienen que estar a nuestro lado y apoyarnos a muerte. Siempre tratamos de hacer las cosas bien aunque a veces sale y otras no".