El exjugador ha recordado aquella etapa y la expectación que levantaba el argentino. "Cuando estábamos en Sevilla con él, Carlos Bilardo y Diego Simeone, generalmente había entre tres mil y cinco mil personas viendo los entrenamientos. Recuerdo que una mañana Diego llegó tarde y a su estilo: conducienco un Ferrari. Inmediatamente, todas esas personas que nos veían desaparecieron y fueron corriendo a verlo y tirarse encima suyo en el aparcamiento. ¡Eso demuestra su popularidad!", ha recordado Suker en una entrevista a la FIFA.
Además, recordó Suker cómo cuando "era un niño solía ver a Diego por televisión, en el cuarto": "Pero de repente me encontré compartiendo el desayuno, los entrenamientos y el vestuario con él. ¡Era increíble! Esperaba que me hablara, que me dijera algo, hasta que finalmente me llamó. Sólo me dijo: 'Davor, no quiero que mires a los costados ni nada. Agacha la cabeza y corre contra el arquero que yo te voy a dejar el balón ahí, listo para que lo empujes al gol'. Muy pocos jugadores pueden decir eso en el mundo, y él era uno de esos. Si miras mis goles en Sevilla, ¡llegaban siempre así! Es algo que me acompañará toda la vida".