En la previa del partido, Emery explicó que le han detectado carencias físicas al rumano y que "lo hemos visto que está por debajo del resto. Es necesario que coja unos aspectos físicos que no tiene porque así lo dicen las pruebas realizadas. Necesitamos unas condiciones físicas indispensables para poder competir para pugnar contra un contrario, irse por velocidad…". Pues bien, en Rumanía debieron malinterpretarse estas palabras porque el periodista le preguntó por la presunta 'gordura' del futbolista enfadando a Emery.
El técnico, muy enojado, decía al periodista que "yo no he dicho que Rusescu está gordo. Es algo grave insinuar eso. No vale la pregunta. La situación es que es un jugador más de la plantilla y físicamente estamos trabajando con él porque tiene que mejorar".