Una vez se dieron cuenta los jugadores sevillistas, entre ellos Alberto Moreno, Rakitic, Cala, Coke y Bacca, entre otros, hicieron ver a los miembros de la seguridad que lo retenían que no era peligroso y que solo quería una camiseta del Sevilla.
Los futbolistas tranquilizaron la situación (con precedentes tensos por los incidentes de antes del partido) y al joven aficionado, que solo quería una camiseta del Sevilla.