Evidentemente, y dado su rendimiento, el futbolista quiere una mejora en su sueldo. El club también lo considera justo dado su rendimiento. Por otra parte, lógicamente, Rakitic prolongará su contrato más allá de 2015, cuando termina el actual.
Esos puntos están claros. A partir de ahí, el Sevilla sabe que la renovación de Rakitic no significa que vaya a cumplir su nuevo contrato, sino que al menos garantiza que en el momento que se marche sacará una buena tajada económica. En esa línea también va una de los argumentos del agente, el descenso de la cláusula de rescisión. Actualmente es de 40, pero posiblemente de la negociación salga un descenso notable, en torno, según apunta Marca, a los 25 o a los 30 millones de euros.
Fue, sin ir más lejos, la misma fórmula que el Sevilla utilizó con Negredo y con Jesús Navas, posteriormente vendidos.