El de San Fernando ha asumido que pierde "credibilidad", tras su cambio de parecer, pero no ha podido "decirle que no" al presidente del Sevilla.
"Tenía claro que quería dejar de ser consejero. Creía que mi etapa como consejero había terminado. Pero es verdad que cuando el presidente del Sevilla me ha pedido algo, llámese Alés, Del Nido o Castro, no me he podido negar. Castro me insistió, me pidió que siguiera como consejero. A costa de perder credibilidad, porque reconozco que lo he dicho públicamente y que la próxima vez que lo diga la gente se va a reír, no puedo decirle que no".