El área jurídica sevillista alegó que el acta arbitral reflejaba "un error manifiesto", ya que reflejaba que el canterano propinó una patada con el balón en juego "sin estar a distancia de ser jugado. El Sevilla consideraba en sus alegaciones, que acompañaba de pruebas videográficas, que la acción no se desarrolló de esa forma y que además no tuvo "ni gravedad ni violencia".
Bien, Competición no ha atendido esas razones y ha decidido sancionar al sevillista con un partido, ya que da validez a los argumentos utilizados por el árbitro.