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Sevilla de sombrerazo

Sevilla FC2-1  Real Madrid

Álvaro Ramírez IIIEl sombrero que Rakitic se sacó de la chistera en el minuto 72 de partido todavía lo está buscando Pepe. Pero puede buscarlo en un sitio concreto, en muchos sitios concretos, en todas las casas de los sevillistas, que se quitan su sombrero ante la magistral, maravillosa, bella jugada del croata, y ante su equipo, que ha enlazado seis victorias consecutivas en una Liga por primera vez en la historia y ha superado ni más ni menos que al Real Madrid. 

Y puede encontrar Pepe ese sombrero mientras se lo quitan los sevillistas también ante un excelente goleador, Carlos Bacca, bigoleador y trascendental en el encuentro; y ante un equipo que si bien no empezó bien acabó fiero, agresivo, competitivo hasta el éxtasis. Tienen variados y múltiples motivos los sevillistas para estar contentos y arropar a los suyos, que de unas semanas acá se han metido en toda la pomada europea e incluso divisan ya la cuarta posición de la Liga, a seis puntos está el Athletic.
El equipo de Emery, que fue siempre de menos a más, que completó una primera parte discreta, fue creciendo con los minutos, hasta el punto de aburrir y asestarle un golpe mortal al hasta ahora líder, que pudo haberse dejado media Liga en el Ramón Sánchez Pizjuán. Magnífico el Sevilla defensivamente tras los primeros minutos y mortal el Sevilla ofensivamente: dos tiros a puerta, dos goles.

Crónica on-line
Árbitro
González González. Amarillas a Iborra (21'), Bale (22'), Marin (60'), Varane (78'), Xabi Alonso (87'), Beto (91').
Formaciones
Sevilla FC: Beto; Coke, Pareja, Fazio, Alberto; Iborra, M'Bia; Reyes (Fernando Navarro, m. 75), Rakitic, Marin (Vitolo, m. 71) y Bacca (Gameiro, m. 82). 
Real Madrid: Diego López; Carvajal, Pepe, Varane, Marcelo; Xabi Alonso, Illarramendi (Isco, m. 66), Modric (Morata, m. 90); Bale, Cristiano y Benzema.
Goles
0-1, m. 13: Cristiano Ronaldo. 1-1, m. 18: Carlos Bacca. 2-1, m. 72: Carlos Bacca.
Incidencias
Ramón Sánchez Pizjuán.

Los primeros minutos del partido dejaron claro que el Real Madrid para nada salió afectado por el resultado ante el Barcelona. Es más, salió enrabietado, concentrado, acertado y presionante. Tanto que durante el primer cuarto de hora se comió a un Sevilla superado y disfrutó de varias claras ocasiones para adelantarse en el marcador. La tuvieron Cristiano, Bale, Benzema... pero sorprendentemente no la metieron. Fue curiosamente de rebote como perforó la red de Beto Cristiano, tras una falta que tocó en Bacca. De no haber sido gol, habría sido hasta penalti porque tocó con la mano. 
Pero, cosas del fútbol, cuando peor lo pasaba el Sevilla, actuó como un grande, al menos en la eficacia. Porque en una contra, la única de la que había disfrutado hasta entonces, el conjunto de Emery mató. Reyes la condujo, se la puso a Bacca y el colombiano no falló. 
A partir del 1-1 el encuentro se suavizó. El Sevilla reforzó su moral, se metió en el partido y mejoró en defensa. Ya no permitió que el Real Madrid corriera con la pelota como en los primeros minutos, se juntó más, limitó la actuación de Bale y Benzema y fue poco a poco ganando confianza en la zaga, aunque con un equipo con el Real Madrid hasta Illarramendi puede dar el pase definitivo, como lo hizo con Cristiano, que por suerte para los hispalenses estrelló la pelota en el palo ante la pasividad en la salida de Beto, que antes había sacado dos claras, eso sí, ante su compatriota y Bale. El galés, con el apoyo de Carvajal, aprovechaba la debilidad defensiva de Marin, que actuó prácticamente como carrilero y se sacrificó en defensa y sacrificó su participación en ataque.
Pero logró agotar el Sevilla la primera mitad igualado en el marcador con el Real Madrid, meritoria consecuencia que se prolongó durante la segunda parte.
Se aculó el Sevilla, sí, se echó atrás, se juntó, no le dio ni un metro al rival. Y sufrió, claro que sufrió el conjunto hispalense ante un Real Madrid que se fue arriba descaradamente. Pero aunque no tuvo demasiado la pelota, aunque ni mucho menos dominó, su faceta defensiva fue mejorando más y más, hasta el punto de aburrir a todo un Real Madrid, aburrir a Bale, Cristiano, Benzema y compañía y ahogarle todas las salidas. Tocaba y tocaba el Real Madrid, pero se obscecaba, apenas encontraba posiciones de remate y cuando lo hacía aparecían Fazio, Iborra, Pareja o cualquiera dispuesto a prestar su ayuda para abortar la ocasión.
Así, el Sevilla mantenía el resultado y se mantenía vivo en el encuentro, que no era poco. Y entonces, llegó la chispa, llegó la magia, llegó la calidad, llegó la maravilla, llegó y apareció Rakitic para elaborar una jugada de oro. El croata le hizo un sombrero a Pepe de espuela en el centro del campo, luego galopó y galopó hasta medir el momento justo para dársela a Bacca. El colombiano, ante López, no falló y en su segundo remate a puerta del partido, en el segundo remate a puerta del Sevilla perforó de nuevo la portería del meta merengue.
El conjunto de Emery, ya con un equipo más amarrado, con Fernando Navarro y Vitolo en el campo, se defendió hasta la saciedad agotando los minutos, desesperando al Real Madrid para abortar sus aproximaciones, y si no, apareció Beto para despejar un remate de Cristiano.
Así llegó hasta el minuto 90, con alguna contra más incluso, y con el sufrimiento constante alcanzó el equipo de Emery la gloria venciéndole al Real Madrid, alcanzó la sexta victoria consecutiva del equipo (por primera vez en una Liga), alcanzó los 50 puntos (a seis del Athletic, cuarto) y alcanzó quién sabe qué, porque este Sevilla está rompiendo techos cada día que pasa y ya no se le ve límites en este final de la temporada, precioso final que se está trabajando el Sevilla.
 

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