Puede, si bien su propósito principal, en este caso, era otro. Ni más ni menos que ver a su hijo Lander, que juega en los alevines del conjunto che y es portero.
Emery aprovechó el descanso para viajar hasta Valencia y ver a su hijo. Aunque la intención del entrenador vasco era no causar mucho revuelo, dio la casualidad que por allí andaban también Vicente del Bosque y hasta los dirigentes de la entidad valenciana, por lo que al final causó mayor revuelo del previsto en un inicio.
Con todo, intentó alejarse de la atención y el entrenamiento del primer equipo, sin mucho éxito, eso sí.