El
Sevilla evitó repetir posibles líos en los albores de la
Copa del Rey con una goleada sin paliativos ante el
Sabadell. Partido redondo del conjunto sevillista, que deja sentenciada la eliminatoria de dieciseisavos, en un choque en el que los menos habituales mostraron hambre y terminaron gustándose ante un débil rival que apenas opuso resistencia.
Decía
Unai Emery en la previa del choque que no quería volver a vivir lo que sufridoe la pasada temporada ante el Racing de Santander. Avisaba el vasco, sin embargo, que habría cambios en el once, buscando concederle minutos a aquellos menos habituales. Y así fue, porque lo cierto es que el técnico nervionense revolucionó el once, con una alineación en la que sólo
Denis Suárez repetía titularidad con respecto al choque ante el
Villarreal. En los conocidos como 'pasillos de seguridad' se estrenaban además dos parejas inéditas hasta ahora, con
Arribas y
Kolo como centrales, por detrás de un doble pivote formado por
Banega y
Cristóforo. Arriba,
Denis Suárez enganchaba con
Iago Aspas. El ex del
Liverpool firmó un
hat-trick, demostrando que puede y debe ser un jugador más que aprovechable. Otro que se reivindicó fue
José Antonio Reyes, en un notable partido del utrerano que supo redondear con un bonito tanto desde fuera del área.
Empezaba el partido con un
Sevilla que trataba de presionar arriba cuando no tenía el balón y queriendo enlazar desde atrás con
Banega cuando sí lo tenía. El argentino se sacó de la chistera un gran pase a
Diogo Figueiras al cuarto de hora que el lateral luso no acertó a culminar en gol ni a ver a
Aspas, quien llegaba solo por el segundo palo. Respondió el
Sabadell con un gran remate de
Juanto en el que Sergio Rico tuvo que emplearse a fondo despejando a córner. El Sevilla estaba mandón en el partido, alargando las posesiones de balón en una versión más combinativa de lo habitual. El rival también invitaba a ello, pues no dudaba en esperar atrás al conjunto rojo. Parecía que el gol caería como fruta madura. Y así lo hizo, en la especialidad sevillista: a balón parado. Botaba
Denis un córner, que prolongó
Navarro en el primer palo para que
Kolo lo remachara al fondo de las mallas en el área chica sin oposición. Justo antes de la media hora, el Sevilla lograba mandar también en el marcador.
Y cuando parecía que la primera parte no iba a dar para más, salvo alguna que otra arrancada de un
Reyes muy participativo y las gotas de calidad de
Denis Suárez, llegó el segundo gol de la noche.
Reyes ganaba la línea de fondo y servía con la zurda el balón para la llegada de Aleix Vidal. El catalán la dejaba pasar para que la recogiera Iago Aspas, quien tras un primer remate fallido con la izquierda, recogió el rechace para empalarla con la diestra de volea. Golazo.
En el descanso,
Emery decidió mover el banquillo, dando entrada a
Gameiro por
Denis Suárez. Poco tardó el francés en demostrar su calidad. Llegados a la hora del encuentro, el delantero conducía un contragolpe tras un buen recorte. El galo servía un gran balón a
Aspas, a quien dejó solo ante Nauzet. El gallego trató de picar la pelota, pero el portero le leyó la intención. El rechace lo cogió el propio
Aspas, que recortó con mucha frialdad al defensa y ya sin portero firmó el tercer tanto del choque. Apenas cinco minutos después,
Reyes provocaba un claro penalti que transformó en gol Gameiro. El Sevilla estaba crecido en ataque. Iago Aspas estuvo a punto de volver a ver puerta, pero su disparo se fue a la madera. En esas,
Reyes hizo el cuarto, con un buen tiro desde fuera del área que dobló las manos de Nauzet para que se colara el cuero por la escuadra.
El
Sabadell logró maquillar en cierta forma el luminoso, con el gol del honor, obra de
Ernest tras recoger un rechace al centro del canterano
Sergio Rico. A partir de entonces, el Sevilla le cedió la pelota a su rival para tratar de salir a la contra, aprovechando la velocidad de
Aspas, Gameiro y
Deulofeu.
Reyes lo intentó otra vez desde fuera, pero su disparo se marchó rozando el palo derecho de la portería. El equipo local respondió con un fuerte disparo que Sergio Rico acertó a despejar.
Cuando el partido ya moría,
Aspas provocó un nuevo penalti que se encargó de transformar él mismo para firmar su hat-trick. Victoria plácida para el conjunto sevillista, que evitó posibles sustos de cara al encuentro de vuelta, garantizando el pase a los octavos de final donde esperará el Granada o el Córdoba.
Set y partido para los de Emery, que en el anecdotario positivo también recuperó para la causa a
Sebas Cristóforo, quien en su vuelta tras la lesión, cuajó un encuentro más que aceptable.