Que M'Bia es un líder de masas en el sevillismo no lo pone prácticamente nadie en duda a estas alturas. Su gol frente al Valencia la temporada pasada en semifinales de la Liga Europa le ha permitido hacerse un hueco en la historia del Sevilla FC, y sus actos y excentricidades para con la afición hacen que despierte una simpatía 'especial' en los seguidores nervionenses. Así quedó evidenciado, una vez más, tras la victoria en Riazor el pasado sábado. El camerunés, tras el pitido final, subió a la grada superando cada muro y dificultad que se le ponía por delante, y tras comenzar por entregar su camiseta, terminó quedándose prácticamente en paños menores.
Lo curioso fue que incluso en la grada del Deportivo de la Coruña, los aficionados quedaron sorprendidos con el comportamiento del mediocentro, y no dudaron en aplaudirle y corear su nombre en el momento que regresaba al césped una vez regaladas dos camisetas, la técnica y la oficial del partido, y las calzonas. Cada metro que avanzaba M'Bia se hacía mas complicado, pues los más pequeños le pedían cualquier tipo de indumentaria. Finalmente, y tras abrazo con varios aficionados, el sevillista volvió con sus compañeros. Revive el momento aquí.