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La UEFA vuelve a unir al Sevilla y a Kerzhakov

J. Tavallo

Una década después, los caminos de Sasha Kerzhakov y el Sevilla vuelven a cruzarse. Sí, el ruso llegó a Nervión en diciembre de 2006. Pero, en realidad, todo empezó dos años antes. Fue una fría tarde de noviembre de 2004 cuando Monchi se convenció de que tarde o temprano tendría que ir a por él. El Sevilla, que regresaba a la Copa de la UEFA (ahora Liga Europa) después de mucho tiempo, visitaba al Zenit y se llevó un preciado empate a uno que a la postre sería definitivo para pasar a dieciseisavos.

En la siguiente campaña, ambos equipos volverían a verse las caras en la fase de grupos. Entonces, el conjunto ruso se llevó el partido, gracias a un doblete de Kerzhakov. Aquella misma temporada, el sorteo de cuartos de final de la UEFA volvió a emparejarlos y el delantero también mojó, con un gran tanto de cabeza en la ida. El director deportivo ya estaba convencido. El de San Fernando intentó incorporar al ruso el siguiente verano, pero las altas pretensiones de un Zenit cada vez más poderoso en lo económico hicieron imposible el fichaje. Al final, el Sevilla logró convencer al Zenit en diciembre de ese mismo año por cuatro millones de euros.
Podría decirse que Kerzhakov forma una parte muy importante de la etapa más gloriosa del equipo de Nervión. Apenas estuvo un año, pero su participación fue decisiva, jugando un papel protagonista en los tres títulos que ganó como blanquirrojo. En su primera media temporada, disputó quince partidos de Liga, siendo titular en ocho y firmando cinco goles, algunos de ellos muy importantes, como el que le hizo al Barcelona en un reverso memorable.
En la seguda UEFA del Sevilla, el ruso también jugó un papel determinante, disputando ocho partidos en los que anotó dos goles. Entre otros, fue titular en la eliminatoria de cuartos ante el Tottenham, marcando un gol crucial en la ida (2-1) e influyendo en la jugada del segundo gol en la vuelta (2-2). Asimismo, jugó 57 minutos en la final de Glasgow ante el Espanyol. En la Copa del Rey jugó cinco partidos, incluidos los dos de las semifinales ante el Deportivo y la final ante el Getafe en el Bernabéu.  
La siguiente temporada parecía que iba a ser la de su confirmación. Jugó y asistió en la vuelta de la Supercopa de España ante el Madrid (3-5), además de marcar varios goles en ese inicio de campaña. Sin embargo, su estrella se fue apagando poco a poco. Su implicación empezó a bajar poco a poco y su rendimiento también se vio mermado. Siempre a la sombra de dos gigantes como Kanouté y Luis Fabiano, el jugador entendía que necesitaba sumar más minutos para la Eurocopa de Austria y Viena. Al final, llegó el Dinamo de Moscú presentó una oferta en enero de 2008 que doblaba lo invertido por el Sevilla un año atrás, convenciendo a todas las partes.
Cualquiera sabe si Kerzhakov podría haber marcado una época en el Sevilla en caso de haber seguido esa progresión que apuntó en sus primeros meses como sí lo hicieron los delanteros de Mali y Brasil. De lo que no cabe duda es que el ruso dejó huella, sobre todo en la afición, que a buen seguro le recibirá con los brazos abiertos esta noche.

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