El Sevilla se juega este martes 11 de agosto un nuevo título europeo, que no es moco de pavo. Si logra vencer al Barcelona en la Supercopa de Europa podría alzar su sexto título continental, tras las cuatro UEFA Europa League y la Supercopa de Europa conquistada en Mónaco precisamente ante el Barcelona, en 2006. Pero además del lustre, el brillo y el glamour de los títulos, esta cita que se celebra en Tiflis este 11 de agosto deja consecuencias mucho más materiales y económicas.
Porque la disputa de este partido en Georgia entre el campeón de la Liga de Campeones, el Barcelona, y el campeón de la Liga Europa, el Sevilla, deja una suculenta cifra en las arcas de la UEFA, sí, pero también de los dos privilegiados clubes que la disputan. En concreto, y en virtud del nuevo reparto de ingresos de la UEFA que entra en vigor este verano, de 2015 a 2018, el campeón de la Supercopa puede llegar a ingresar cuatro millones de euros, mientras que el subcampeón puede llevarse tres kilos, han confirmado fuentes del Sevilla.
Es un sustancial aumento de las cantidades con respecto a la Supercopa de Europa 2014, que también disputó el Sevilla, y por la que el Real Madrid, campeón, ingresó tres millones de euros y el Sevilla, subcampeón, 2,2 millones.
Repetir en el título tiene muchas ventajas y una de ellas es disfrutar de este suculento aumento de ingresos. Eso sí, la UEFA considera ya la Supercopa competición del nuevo curso, por lo que esos ingresos corresponden a la temporada 2015/16.
Ese aumento de cantidades también se reflejará en la Champions League, que disputará el Sevilla. Solo por hacerlo ya se ha asegurado 12 millones de euros.
Por todo ello, institucionalmente hay que medir las quejas de los clubes con la UEFA por la celebración de la Supercopa de Europa en Tiflis. Los réditos que dejan son muy suculentos.
El Sevilla se juega UN millón. Si pierde 3, si gana 4. Hay 3 millones que no están en juego. Un buen ejemplo de un mal titular