La cita que protagonizan este martes 11 de agosto el Sevilla y el Barcelona empieza a ser, si no el Partido del Siglo y si no un clásico, un duelo de los más interesantes que se pueden dilucidar ya no solo en la Liga española, sino en Europa. Alejado de maniqueísmos, alejado de sentimentalismos, un Sevilla-Barcelona como el de esta Supercopa de Europa es un duelo de primerísimo nivel europeo. Así, al peso. De hecho, un duelo entre el Sevilla y el Barcelona es, ni más ni menos, que el duelo que más títulos europeos reúne de todo el Continente en la última década. Ahí es nada.
Porque, está claro que a sus dos niveles, el Barcelona y el Sevilla son los equipos que han dominado las dos competiciones europeas desde la temporada 2005/06. Son los dos equipos más laureados, son los dos equipos que más veces han levantado copas en los últimos años con la UEFA como testigo. El Barcelona, seis, cuatro Champions League y dos Supercopas de Europa. El Sevilla, cinco, cuatro UEFA Europa League y una Supercopa de Europa. Le sigue en entorchados en la última década el Atlético de Madrid, con cuatro títulos, y luego el Chelsea, el Milan, el Real Madrid y el Bayern Múnich, con dos cada uno.
Es decir, que el Sevilla, este Sevilla, el de Unai Emery, se juega este martes, ni más ni menos, que igualar al Barcelona en títulos europeos en los últimos 10 años. Una década prodigiosa.
Esos cinco títulos deben de recordar al Sevilla que, más allá de momentos puntuales, más allá de bajas importantes como las que presenta en esta final, más allá de rivales galácticos y potentes, el conjunto nervionense es un auténtico equipo campeón, ya pertenece a esa raza y a ese linaje que otros ni siquiera huelen. El Sevilla tiene esa mirada en los ojos, la de los equipos que tienen el instinto necesario para proclamarse campeones y para superar todo tipo de adversidades. El Sevilla es de esos equipos capaces de tumbar a un gran Barcelona que parecía imbatible, como lo era en 2006, como parece serlo en 2015; es el Sevilla uno de esos equipos capaz de sobreponerse a ausencias de tanto peso como las que sufre (Pareja, Carriço, Kolo, N'Zonzi); es el Sevilla uno de esos equipos que meten el susto en el cuerpo hasta a los Messi, Suárez, Iniesta, etc. Es el Sevilla, en definitiva, uno de esos equipos que juega finales para ganarlas, no para ser partícipe de ellas (10 de 13).
Y a ese carácter, mostrado en Eindhoven, Mónaco, Glasgow, Turín, Varsovia, ha aportado una nueva dimensión competitiva Unai Emery. El entrenador del Sevilla ha insuflado al equipo un carácter peleón en el que además confía para suplir las deficiencias que puedan ocasionar las bajas. Además de carácter, tendrá, claro, que tomar decisiones el técnico vasco. La primera, alinear a o no a Rami, recuperado de la salmonella que ha tumbado a Kolo y N'Zonzi, pero aún no en su mejor estado. Y luego elegir acompañante, si Krychowiak o Coke, o si colocar al polaco en el mediocampo. De eso puede depender la estructura de un once que tiene visos de contar con Gameiro en punta y con una línea de tres por detrás muy de la temporada pasada, Reyes, Banega, Vitolo, aunque dando opciones claro está a Konoplyanka.
Son más problemas los que tiene Emery que el Barcelona de Luis Enrique, que cuenta, sí, con la baja de Neymar, pero que ya tiene a un seguramente hípermotivado a Pedro para suplirlo. A partir de ahí, la otra baja sensible es la de Jordi Alba. Jugará Mathieu.
A partir de ahí, de las piezas utilizadas, contarán las armas en el campo, pero también las almas. En este caso no de los sevillistas en las gradas, que serán alrededor de 350 entre un mar de georgianos que presumiblemente apoyarán al todopoderoso Barcelona, pero sí con el alma de este equipo, el alma competitiva y el alma de campeón que ha convertido al Sevilla en el único club del mundo capaz de mirar cara a cara al Barcelona nueve años después y recordarle, así, tan pancho: "Cuidado, que ya te gané".
Alineaciones probables:
FC Barcelona: Stegen; Daniel Alves, Mascherano, Piqué, Mathieu; Rakitic, Busquets, Iniesta; Messi, Luis Suárez, Pedro.
Sevilla FC: Sergio Rico; Coke, Rami, Krychowiak, Tremoulinas; Krohn Dheli, Iborra; Reyes, Banega, Vitolo; Gameiro.
seguro que esos 350 sevillistas animan más fuerte que todos esos georgianos del barça