El Sevilla FC ha aterrizado en el aeropuerto de San Pablo a eso de las 9.20 horas de la mañana, con más de una hora de retraso sobre el horario previsto en un principio. Los subcampeones de Europa llegaban exhaustos, pero han tenido una vibrante bienvenida a su llegada, pues han sido recibidos por cerca de un centenar de aficionados que les han agradecido con cánticos su épico esfuerzo en la Supercopa frente al Barcelona.
José Antonio Reyes encabezaba la expedición, siendo el primero en sentir el calor del sevillismo en sus carnes. Tras él, Carriço, Beto, Krychowiak, Vitolo... hasta llegar a Unai Emery, el último de todos en hacer acto de presencia y subir al autobús. Precisamente han sido el técnico y Ciro Immobile, los más aclamados (el italiano mostró garra y una gran actitud durante el tiempo que anduvo sobre el verde). Los hinchas, pese a la derrota, han dado una bienvenida de campeones a sus futbolistas, que difícilmente podían disimular sus rostros de cansancio tras las más de cinco horas de vuelo. No obstante, todos y cada uno han agradecido este apoyo con saludos a sus seguidores. Todos los integrantes del plantel se marcharon en el autobús a excepción de Rami, que lo hizo en taxi.
Un resultado menos amargo de lo habitual, por cómo se produjo y por el rival que había en frente. Tras ir perdiendo por 4 a 1, los blanquirrojos tiraron de orgullo y de calidad para empatar el encuentro a cuatro, algo inédito en una final de estas características, y que recordaba por momentos a la hazaña del Liverpool ante el Milan en Estambul, y un esfuerzo que no ha pasado desapercibido en Europa (el Sevilla fue tendencia en el mundo en redes sociales durante horas después del enfrentamiento). Ahora, es momento de centrarse en la liga y de recuperar a los tocados, pues tanto Krychowiak como Vitolo acabaron tocados, y los franceses afectados por la salmonela aún no están recuperados. Este fin de semana se miden a la Roma, y tras ello, será el momento de encarar la primera jornada liguera. Un encuentro que afrontan con ilusión y con la cabeza bien alta tras la magnífica Supercopa.
(En breve, vídeo de la llegada).
l Sevilla no tiene una Supercopa de Europa más en su sala de trofeos y eso es realmente muy importante, lo más importante, pero no lo único. Pero el Sevilla, que ya era un club principal en Europa por lo hecho, ayer, en Tiflis, añadió a esos logros el haber participado en uno de esos partidos que pasarán a la historia para los aficionados del mundo entero, más allá de los de Barcelona y Sevilla
conte a unos treinta y tantos no mas, ademas lo comente pero asi es la vida distinto es que vengas con una copa debajo del brazo, sino es asi suele pasar en todos los equipos, todo depende del exito, las victorias morales no sirven para nada
¿un centenar? son 20 niños y el piraña de San Juan. Lo cierto es que tras el partido de ayer se merecian otro recibimiento, pero en fin para eso cobran mucho