Cosas de la vida. Y del fútbol. En el momento más bajo de Unai Emery como entrenador del Sevilla FC, visita Nervión su exequipo, un Valencia CF cuyo técnico, Nuno Espirito Santo, comparte la cuerda floja con el de Fuenterrabía. Un trocito para cada uno, a cada cual más inestable, en el que hacer sus equilibrios.
El vasco vivió sus momentos más crudos como profesional del banquillo en sus últimos días en Mestalla. Sabe bien Emery de lo difícil que es convencer al valencianismo y de lo que sufre en sus carnes el preparador luso desde hace meses. Y para colmo, vive ahora un deja vu versión sevillista.
El fútbol es un estado de ánimo. La última vez que el sevillismo bajó las escaleras del Sánchez-Pizjuán lo hizo con una sonrisa en la boca después de haber bailado al Real Madrid y este domingo las subirá con la desazón del que no sabe qué esperar.
La imagen desastrosa, pusilánime y triste que el Sevilla ofreció tanto en San Sebastián como en Alemania apesadumbra al más pintado, y no se sabe cuál de las caras saldrá al verde, si la que últimamente muestra en Nervión o la que perpetra cada vez que se convierte en ‘facilón equipo visitante’.
Emery se somete este domingo al mayor plebiscito desde que es entrenador del Sevilla. Todas las encuestas –incluida la de ElDesmarque- señalan que la eliminación de la Champions ha sido un torpedo en la línea de flotación de este cuerpo técnico, y la confianza en el técnico de las dos Europa League y el récord de puntos desciende de manera vertiginosa.
Para comenzar con buen pie, haría bien el vasco en poner, ahora sí, a los mejores en Liga. El miércoles hay partido, pero es de Copa del Rey y ante un Segunda B como el UD Logroñés, por lo que reservar a alguien sería un pecado mortal. Y más teniendo en cuenta que enfrente está el equipo llamado a ser el gran rival sevillista a final de temporada.
Las dudas residen en los puestos de siempre, el lateral derecho –donde podría ser el turno de Mariano-; el acompañante de Krychowiak –Krohn-Dehli también dimitió en Mönchengladbach-; y el delantero centro –la confianza de Emery en Gameiro es absoluta, pero el francés no está fino y Llorente e Immobile por fin son competencia-.
No está bien el Valencia, aunque es cierto que le saca cuatro puntos al Sevilla, es séptimo y además mantiene opciones de pasar a los octavos de la Champions. Aunque todo es más artificial de lo que parece. Mestalla se levanta en armas ante Nuno, que no tiene demasiada excusa si lo comparamos con las que pudiera tener su colega sevillista, pues su equipo no ha pasado por una plaga de lesiones y su grupo en la máxima competición continental no es, ni por asomo, de la dureza del que ha acabado con los nervionenses.
Mantiene el técnico luso la duda de André Gomes, que pese a no entrenarse en los últimos días sí ha viajado a Sevilla. Nuno quiere plantear un partido de ‘centrocampismo’, y medita colocar a cinco medios, tres de ellos de contención, y encomendarse a algún chispazo de Parejo o Gomes y a la efectividad de Paco Alcácer.
En todo caso, para el Sevilla no deja de ser una final por varios motivos. Necesita volver a ganar para intentar engancharse a los de arriba; una derrota dejaría muy tocado a Emery de cara a la afición y ya veríamos si en la cúpula; y no olvidemos que el nervioneses y ches siguen siendo, hasta que la clasificación no los descarte definitivamente, los principales candidatos al cuarto puesto. En la 2014/15 el golaveraje particular descartó a los sevillistas, así que habrá que tenerlo en cuenta. Por si acaso.
Alineaciones probables:
Sevilla FC: Sergio Rico; Mariano, Rami, Kolo, Coke; Krychowiak, N’Zonzi; Vitolo, Banega, Konoplyanka; e Immobile.
Valencia CF: Jaume; Joao Cancelo, Abdennour, Santos, Gayà; Fuego, Danilo; Enzo Pérez, Dani Parejo, André Gomes; y Alcácer.