El sevillismo empieza a invadir Madrid

Cambia la final, cambia la ciudad, el país, el título, ya hasta cambia la afición del Sevilla. No por su apoyo, incansable, y tampoco por su ilusión, porque parece que ganar la Europa League ha aumentado incluso las ganas de llevarse la Copa del Rey, por complicado que parezca el doblete ante el Barcelona. Pero el destino y la sede de esta final copera, Madrid, invita a otro tipo de excursión, a otro tipo de desplazamiento.

En una ciudad tan grande como Madrid el efecto de una ciudad copera a dos días de la final se difumina, pero aún así ya se han podido ver las primeras bufandas, las primeras banderas por la capital de España. Los AVEs ya venían bañados de sevillismo desde el viernes tarde. Aunque el ambiente es diferente. Ya no es el desplazamiento express como en Basilea, sino más pausado. 
De entrada, en Madrid ya se encuentran sevillistas que quieren disfrutar del fin de semana madrileño. Familias incluso, más amplia. Aunque alguno cuente con entrada para el partido  o importa, hay tiempo para todo. Para probar las excelencias de la capital y para probar la excelencia del sevillista, que tiene una segunda final en tan solo una semana.
Se esperan alrededor de 20.000 aficionados con entrada, pero la estimación de sevillistas es muy superior. Tanto por los sevillistas que viven en Madrid como por los muchos seguidores que ya este viernes viajaban y saben que no contarán entradas para estar en las gradas del Vicente Calderón.
Lo que es seguro es que Madrid será invadida por el sevillismo, de una forma o de otra. Y después de tanta final continental también apetece otra con un sabor distinto.