El Comité de Competición ha acordado el cierre parcial de parte de la grada de Gol Norte, después de los cánticos que tuvieron lugar en el Sánchez-Pizjuán hacia Sergio Ramos en la vuelta de la Copa del Rey.
Lo cierto es que no es la primera vez que el Sevilla sufre el castigo de Competición. En otra época, cuando no era un club noble de La Liga y en otros campos se tiraban cochinillos y botellas de whisky al césped, al cuadro hispalense le cerraron el campo durante tres partidos y se vio obligado a jugar en el exilio. Las circunstancias actuales han cambiado pero el trato por parte de las autoridades deportivas tampoco se ha diferenciado tanto.
Después de que en el derbi de la 2002/2003 tuviera lugar el famoso incidente de la muleta al guardia de seguridad, y posteriormente, un aficionado sevillista intentará agredir al portero del Betis Toni Prats, el Comité de Competición decidió cerrar el Sánchez-Pizjuán por cuatro partidos. De esta forma, los hispalenses se vieron obligados a abandonar su casa y jugar tres encuentros en Chapín y uno en el Carranza.
En Jerez, los de Joaquín Caparrós empataron a cero contra el Málaga y vencieron al Numancia en la Copa del Rey por 2-1. Moisés y Arteaga marcaron los goles del Sevilla. Sestelo lo hizo para los numantinos.
El tercer partido de castigo se jugó en el Ramón de Carranza contra el Mallorca. Miles de sevilistas se desplazaron a la capital gaditana e hicieron suyo el estadio amarillo. Los hispalenses se llevaron los tres puntos gracias a los goles de Reyes y Toedtli por partida doble.
Al final, el Sevilla cumplió su castigo de nuevo en Chapín ante Osasuna en la Copa del Rey. Aquel choque quedó 1-1 con los tantos de Reyes y Javi Navarro en propia puerta.
14 años después, para que Competición vuelve a ir en serio con el Sevilla. Tras el aviso de de sanción por el partido contra el Málaga y las numerosas multas de LaLiga Santander en en las últimas temporadas, los cánticos contra Sergio Ramos han sido la gota que colma el vaso.