Uno de los fichajes del Sevilla en los últimos tiempos que no cuajó en Nervión fue el de Gael Kakuta. El jugador llegaba procedente del Chelsea, tras jugar cedido en el Rayo Vallecano, donde cuajó una buena temporada. Después de marcharse a China y ahora jugar en el Amiens francés, Kakuta ha hablado con France Football para criticar al que fuera su entrenador, Unai Emery.
No se ha cortado el futbolista francés en analizar su estancia en Sevilla con Emery como entrenador. "No me adapté al entrenador. Tiene una forma especial de trabajar que no me corresponde. Es muy particular en la preparación física. Trabajaba con cables, tirábamos de cargas con cinturones, con chalecos... Yo me doblaba y acumulaba lesiones. Eso no me venía bien. Emery es un entrenador que quiere controlar todo. Él tenía sus principios y no quería adaptarse. Nunca he tenido problemas personales con él, pero sí con sus métodos. Hasta un cierto punto", resaltaba el exfutbolista del Sevilla.
Kakuta no ha dudado en relatar algunos entrenamientos en los que Emery lo colocó en una posición extraña para él. La relación entre técnico y jugador empezaba a quebrarse. "Me puso de lateral izquierdo en un entrenamiento, supuestamente para trabajar diferente físicamente. Con eso entramos en conflicto. Tenía la impresión que quería romperme. Le dejé en su delirio. Otra vez, en un partido me puso de '6' (interior). Gamerio me dijo que si me creía Makélélé. Me reí, porque era demasiado. Servía de cobaya. No llegaba a encontrarme... Cada día había algo. Luego me dijo que no trabajaba lo suficiente. Sin embargo, había cogido un entrenador físico especial y un fisioterapeuta. Tan pronto como lo supo, me mandó a alguien que me dijera que ya no podía tratarme el club. Me cerró la puerta en la cara. Algunos jugadores intentaron defenderme, pero no fue suficiente. Estaba disgustado", señalaba el francés.
Su gol al Betis
El único episodio positivo para Kakuta fue el tanto que le marcó al Betis en la Copa del Rey. Ni así fue capaz el ex del Rayo de convencer al de Fuenterrabía. "Yo me quedaba cada fin de semana fuera de la lista de convocados. Me estaba empantanando. Hasta un partido de la Copa del Rey, contra el Betis. No me citaba y, cuando vuelvo, entro y marco. Al día siguiente, Emery me llama, hablamos y me dice que algunas cosas no me salieron... Él no me quería. También me acusó de ser demasiado reservado, de no hablar lo suficiente con los otros. No pude encontrarme. Cada día había algo...", concluía el exjugador del Sevilla.