La polémica arbitral salpica la cita ante el Getafe

La polémica está servida en el Sánchez-Pizjuán. Corría el cuarto de hora de partido cuando Pablo Sarabia recogió el cuero en el flanco derecho, para meterse por dentro y encarar la portería rival. El extremo penetró hasta el corazón del área para driblar a su par y buscar una jugada que se antojaba decisiva.

No obstante cuando el madrileño de disponía a regatear a su par, se coló entre medio de Arambarri y Cala y fue este último quién derribó al sevillista. Una jugada que encendió los ánimos de la parroquia rojiblanca, ante la que les parecía una jugada digna de ser sancionable con pena máxima. Sin embargo, el colegiado Alberola Rojas no decretó nada punible e instauró en el encuentro la primera jugada polémica de la tarde.
Algo similar ocurrió en la segunda mitad, con otro protagonista local. Cinco minutos después de la salida de vestuarios Correa tiró un sensacional pase entre líneas dejando solo a Franco Vázquez, que se disponía a perforar la red. Sin embargo, cuando el argentino comenzaba a encarar el marco de Guaita cayó al suelo en su pugna con Djené. El mediapunta sevillista iba forcejeando con el togolés cuando este le propinó un leve toque suficiente para derribar al Mudo, que desesperó a la hinchada del Pizjuán con el que sí parecía ser un penalti claro.