Dicen que nunca se rinde. Que es el orgullo de todo un pueblo. Que la ciudad más bella del mundo le prestó su nombre para presumir orgullosa y que la gloria de su escudo la defiende una afición única. Un corazón que late gritando Sevilla y que este domingo deberá recuperar la sangre que hirvió un sentimiento forjado a fuego. La lumbre que resplandece con el lúdico brillo de las miles de sonrisas que quiebran sus gargantas en el Sánchez-Pizjuán. El incesante intento de un equipo que está obligado a recuperar las sensaciones perdidas y recobrar el pulso que tantas alegrías brindó.
El Sevilla recibe este domingo al Getafe en la vigésima jornada del campeonato liguero, en un encuentro que se antoja como clave para asestar el golpe definitivo a los malos augurios. Una racha que lastró las ilusiones del conjunto rojiblanco en este año que recién comienza pero que parecen disipadas tras la imperial eliminatoria copera. Una resaca que deja en el horizonte una nueva posibilidad para saborear el dulzor de la plata pero que no debe empañar la obligación de vencer al conjunto azulón y seguir acariciando la zona más noble de la clasificación.
Las rotaciones marcarán un encuentro donde los menos habituales tendrán ante sí la oportunidad de reivindicarse y mostrarle la valía a un técnico que ha fijado demasiada cara la titularidad. Hombres como Ben Yedder o Nolito están ante una cita idílica para adquirir los galones que se le presuponen a futbolistas del calibre de estos dos, que no han logrado apremiar las oportunidades con rendimiento sobre el terreno de juego. Además y con la Copa en el horizonte, la carga de minutos podría dar alguna oportunidad a Carole o Arana, que podría registrar sus primeros minutos con la elástica sevillista.
En frente, un Getafe que es sin duda un hueso duro de roer. Bordalás ha forjado uno de los equipos más trabajados de la primera división, que ya conoce lo que es vencer a colosos como Valencia, Real Sociedad o Villarreal. Un conjunto que ha visto renovadas sus aspiraciones con la llegada del nuevo año, dejando los puestos europeos a tiro de piedra. Es por ello que la cita ante el Sevilla se presenta como una oportunidad idílica para colocarse en la séptima plaza y demostrar el por qué es una de las revelaciones de la actual liga.
Un partido que estará repleta de viejos conocidos para la hinchada sevillista, con hasta cuatro ex béticos y un futbolista criado en la cantera sevillista. Portillo, Bruno, Pacheco y Molinero estarán en una citación donde se ausentará Jorge Molina, la baña más reseñable del conjunto de Bordalás. Por otro lado, Juan Cala será protagonista especial tras volver a la que fue su casa durante media vida ejerciendo uno de los ejemplos más leales al sevillismo, sea cual sea sin destino.
Bordalás no se esconde a la hora de conjugar sus piezas y saldrá con un atrevido once en el Pizjuán: Emi, Molinero, Djené, Cala, Antunes; Bergara, Arambarri, Gaku; Portillo, Amath y Ángel.