¡Sevilla una vez más llévame a otra final, juntos lo vamos a lograr! Así rezaba la hinchada rojiblanca en las horas previas a una enésima noche histórica y lo hizo cantando, como mejor sabe hacer. Unas alabanzas que terminaron por cumplirse y que buena parte de culpa tuvieron en este pase, merced a un recibimiento y un apoyo que no cesó de alentar suyos durante toda la eliminatoria, para posteriormente haber recibido el premio anhelado.
El Sevilla ha vivido momentos muy complicados esta temporada. Hace justo un mes, los pitos acompañaron al equipo cuando el Betis consiguió la victoria en el Sánchez-Pizjuán. Previo a ello, la salida de Berizzo, las críticas a la planificación y el adiós de Monchi. Muchas cosas han pasado en el Sevilla en los últimos meses. De esta forma, la comunión entre la grada y el equipo al final del partido ha sido total por los malos momentos que ha vivido la entidad, tanto fuera como dentro del terreno de juego.
Para celebrar el pase a la vigésimo segunda final de su historia, el estadio coreó en varias ocasiones: "¡Sí, sí, sí, nos vamos a Madrid!, ¡Sevilla, una vez más llévame a una final, juntos lo vamos a lograr!, ¡Y es por eso que hoy vengo a verte, sevillista seré hasta muerte...!". Todos los ingredientes para celebrar lo que ha conseguido el equipo en momentos de tremenda debilidad.
Los jugadores acudieron primero al gol norte a celebrar el triunfo con los Biris, y luego recorrieron el resto del campo.
La final será el 21 o el 22 de abril. Sin embargo, la afición del Sevilla ya celebra el pase a una nueva final.
Er Juaquin Sánchez , el cuenta chistes sin gracia, tiene un parecido muy razonable con el villano de Regreso al Futuro, II, con muy poco pelo y unas risas muy malages.