El Sevilla llegaba al partido contra el Málaga necesitado de puntos y de descanso para sus futbolistas más titulares. Por ello, Montella decidió darle una vuelta completa a la alineación habitual dejando a jugadores habituales en el banquillo como Nzonzi, Muriel o Mercado.
De hecho, el técnico italiano cambió casi por completo el once habitual. De inicio, el Sevilla salió con Rico en la portería, Layún, Kjaer, Lenglet y Arana en defensa. Centro del campo para Pizarro, Banega y Nolito. En las bandas Sarabia y Correa y en la delantera Ben Yedder. Así las cosas, Montella sólo alineaba a cinco titulares (Rico, Lenglet, Banega, Correa y Sarabia), y dejaba en el banquillo a hombres importantes como Muriel, Vázquez o Nzonzi.
Además de las necesarias rotaciones, al italiano le funcionó poner un once repleto de fichajes. En el once estaban Layún, Kjaer, Arana, Pizarro, Banega y Nolito, y en la segunda parte entrarían Sandro y Geis. De esta forma, es la primera vez que Montella gana un partido poniendo más de tres fichajes sobre el campo. Ante el Betis, el Alavés o el Éibar, esa fórmula no le funcionó al entrenador del Sevilla. El choque en La Rosaleda puede ser un punto de partida para que los menos habituales adquieran confianza.