La cantera no está dando los frutos esperados en el Sevilla de las últimas temporadas. A día de hoy, la cifra de canteranos que cuentan con continuidad en el primer equipo se reduce a tan solo dos, Sergio Rico y Jesús Navas, dejando latente la decadencia de la importancia de los más jóvenes en el conjunto rojiblanco.
Una incomparecencia en el plantel sevillista que se ve reflejada con el fracaso de los dos máximos exponentes de la cantera, como lo son el Sevilla Atlético y el División de Honor. El primero salvó el honor el pasado Domingo de Ramos, con la alegría que supuso el triunfo por la mínima ante el Zaragoza en La Romareda, haciéndolo muchos meses después.
Pese a ello se encuentra relegado al ostracismo en la división de plata, instaurado en el sótano de la tabla como último clasificado, con 15 puntos que le separan de la permanencia y que invitan a un descenso de categoría casi seguro, a excepción de milagro. Apenas tres triunfos en un total de 32 partidos con Tevenet al frente, que sigue dirigiendo al filial pese a los malos resultados y no termina de revertir la imagen de los suyos.
Mejores números y mismo fracaso obtiene el División de Honor. El conjunto de los hermanos Carrasco se encuentra clasificado en la cuarta plaza del grupo IV, a expensas de las dos últimas fechas. Si bien es cierto que venció a domicilio al Nervión el pasado fin de semana y está a dos puntos del segundo clasificado, que da lugar a la copa, el calendario no es halagüeño y todo invita a que volverán a quedarse fuera de esas dos primeras plazas.
Con el campeonato liguero casi imposible, las opciones del juvenil se rebasan a entrar en la Copa del Rey. El segundo puesto lo ocupa el Real Betis, con el que perdió el derbi, y únicamente los dos mejores terceros pueden jugar la competición, como ya hiciera el pasado curso. Un objetivo que se presenta harto complicado merced a esa cuarta plaza y que supondría el primer gran fracaso en el último lustro, lejos de aquel que ganó la ansiada copa hasta en cinco ocasiones.