Una de las personalidades más importantes del fútbol español de las últimas décadas nos dejó hace apenas unos meses. Enrique Castro ‘Quini’, uno de los grandes goleadores nacionales, falleció el pasado 27 de febrero a los 68 años de edad debido a un infarto.
Quini acabó sus días pegado a su gran pasión, el Real Sporting de Gijón, club del que había sido embajador en los últimos años, cargo al que accedió tras 20 años como delegado del equipo.
Precisamente su relación con la Semana Santa de Sevilla se encuadra en su etapa como cabeza de expedición del club asturiano. El exdelantero, con una personalidad abierta que encandilaba allí por dónde iba, también dejó huella en el Ramón Sánchez-Pizjuán.
El otro protagonista de esta historia es Paco Reguera, capataz de cofradías desde hace cuatro décadas y que actualmente saca al Señor de la Redención en el Beso de Judas, al Cristo del Desamparo y Abandono del Cerro del Águila y a la Virgen del Patrocinio, del Cachorro.
Reguera también fue durante décadas taquillero del Sevilla FC y entre los rivales de su predilección estaba el club sportinguista, al que solía esperar cada año en la puerta número 1 cuando llegaban al coliseo nervionense.
La expedición asturiana la encabezaba Quini, que aprovechaba la circunstancia para repartir entre los trabajadores más antiguos de la entidad nervionense papeletas de lotería del Real Sporting, cuyos talonarios guardaba en el bolsillo de su chaqueta. Con ellos guardaba una relación especial, derrochando simpatía y bonhomía en los pocos minutos en los que coincidía con ellos cada año.
En esas, a finales de la década de los 80, el capataz trianero le propuso un intercambio con su lotería de la Hermandad del Cachorro y desde entonces éste se convirtió en tradición.
Durante años, la imagen del Cristo expirante del Zurraque viajaba a Asturias en forma de lotería en las manos de uno de los futbolistas más importantes de la historia de España y un hombre que dejó huella allá por donde fue, incluido Sevilla.