El Sevilla FC afronta este miércoles un partido con el que ha estado soñando durante seis décadas. Ni más ni menos que una vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones, en un escenario de prestigio como el Allianz Arena y ante un gigante como el Bayern Múnich que además cuenta con ventaja tras ganar en la ida en Nervión.
El muro es difícil de superar, pero más aún si se tiene en cuenta que la defensa del Sevilla, en estos momentos, está en cuadro, especialmente en el centro de la zaga.
Vincenzo Montella espera que Gabriel Mercado se recupere de sus problemas físicos, si no tendrá que improvisar una defensa de circunstancias, pues de los habituales sólo le queda sano Clement Lenglet.
Si finalmente el argentino puede jugar será pareja del francés con seguridad, pero si no el italiano tiene un problema. Con Kjaer lesionado en Vigo, tendría que tirar de los otros dos centrales de la plantilla, Carriço o Pareja. El luso jugó por primera vez este sábado tras casi siete meses sin hacerlo, mientras que el capitán no participa desde el 3 de febrero, día en el que cuajó un partido malísimo en Éibar.
Otra opción sería la de colocar a Pizarro como central o incluso a Geis, pues el alemán ya desempeñó ese puesto durante varios partidos con Eduardo Berizzo, con algunas carencias per cumpliendo.
Además, Sebastien Corchia sigue fuera del equipo y Miguel Layún no está inscrito en la Liga de Campeones, por lo que las opciones en la zaga son aún más reducidas.