La última vez que el Sevilla FC se proclamó campeón de la Copa del Rey fue en la temporada 2009/10, una campaña, como la actual, con muchos altibajos pero que acabó de forma sobresaliente.
De hecho, el equipo nervionense que en ese momento entrenaba Antonio Álvarez había conseguido días antes su clasificación para el play off de la Liga de Campeones con un gol in extremis del canterano Rodri en Almería. El técnico de Marchena había relevado a Manolo Jiménez, que fue el que llevó al equipo a la final. Él y el sombrero de la suerte del presidente José María del Nido, que lució en todas las rondas y también en el partido decisivo. De hecho, el club le regaló una réplica a cada aficionado.
Además, la final tenía unos ingredientes en los que parecía que todo estaba establecido para que la ganara el Atlético de Madrid. La sede, el día e incluso el tratamiento mediático beneficiaba a los colchoneros, que una semana antes habían ganado la recién estrenada Europa League.
El partido se jugó un miércoles en Barcelona, lo que supuso una merma con respecto a los aficionados madrileños, con muchas más facilidades para acudir. Al final, fueron unos 50.000 atléticos y unos 35.000 sevillistas los que se dieron cita. El club hispalense puso autobuses gratis a todos los aficionados que adquirieran su entrada. El Camp Nou acogía una final copera después de 40 años, siendo la primera tras la dictadura.
Sin embargo, cuando comenzó a rodar el balón todo tomó color blanquirrojo sevillista. En el minuto 5, Diego Capel adelantó a los suyos gracias a un zapatazo desde la frontal que sorprendió a David de Gea, y ya en el descuento Jesús Navas culminó una galopada sorteando al portero colchonero, haciendo el segundo y dándole al Sevilla su quinta Copa del Rey.
Álvarez sacó el siguiente once inicial: Palop; Konko, Squillaci, Escudé, Luna –que jugaba su segundo partido con el primer equipo-; Jesús Navas, Renato, Zokora, Diego Capel; Negredo y Kanouté. En la segunda parte saltaron al césped Romaric y Diego Perotti.
Meses después de la final, el equipo cayó ante el Sporting de Braga en el play off de la Liga de Campeones y el entrenador fue cesado poco después. Comenzó quizás la peor época de la historia más reciente del Sevilla.