El Sevilla ha deambulado toda esta temporada por un fino precipicio. Ha eestado durante toda la campaña en un desfiladero por el que a ratos mantenía el equilibrio de forma brillante, como funambulista, y a ratos se despeñaba de manera torpe y grotesca. Pero que ha estado al borde del precipicio durante toda campaña es incuestionable, fruto de una planificación en algunos casos demencial, de unas decisiones cuestionables y de cierta falta de autoridad que ha dado la cara de forma dolorosa en la final de la Copa del Rey. Quizás sirva esta debacle ante el Barcelona para que lleguen algunas decisiones, para confirmar lo que era un secreto a voces, que este proyecto del Sevilla, mal dirigido, está acabado.
Las fórmulas para dilapidar el mayor proyecto de la historia del Sevilla, el proyecto con el cuarto presupuesto de la Liga española, el proyecto con la plantilla más cara de la historia del club, son varias, y, lo más llamativo, muchas evidentes.
Habrá tiempo cuando acabe la temporada, cuando terminen los encuentros que aún quedan por delante, para analizar pormenorizadamente cómo se ha planteado y planeado el proyecto, pero hay ejemplos demasiados flagrantes, pruebas evidentes del 'delito'. Desde renovaciones en defensa de jugadores que apenas han participado hasta el fichaje errado del jugador más caro de la historia del Sevilla, Muriel, el goleador llamado a ser el '9' que ni es '9' ni es goleador. Pasando claro por una gestión nefasta de la recomposición de los laterales, un centro del campo sin repuestos para Nzonzi y Banega o unos fichajes invernales con los que el entrenador no cuenta, sin olvidar las situaciones esperpénticas de Arana, sin debutar hasta meses después de su fichaje, o Carole, ahora sin ficha.
La elección de los entrenadores para este curso del Sevilla no ha servido para montar la bases del que debería ser un proyecto sólido. Berizzo no hacía jugar a los fichajes, practicaba unas rotaciones excesivas, pero Montella sin embargo se ha obsesionado con un once, con unos pocos jugadores a los que se ha confiado. Solo el drástico cambio de concepción en el manejo de la plantilla es censurable. Aparte, ninguno de los dos ha sido capaz de conectar con la grada.
Está claro que en un equipo de fútbol, en una plantilla, el que manda es el entrenador. Y él debe tomar las decisiones. Pero otra cosa bien distinta es qué rumbo o en qué dirección se deben tomar esas decisiones, se le haga ver el rumbo y la filosofía del club. No debieron hablar demasiado de esto José Castro, presidente, y Óscar Arias, director deportivo, cuando fueron a Roma a por Montella. O eso o Montella directamente se ha 'independizado' de la filosofía del club. Solo la gestión de los fichajes invernales lo dice todo. Y como consecuencia de eso...
Como consecuencia de ese manejo de la plantilla de Montella, el Sevilla, sus pilares, han llegado al momento clave de la temporada fundidos, quemados, cansados. Entre bambalinas ya lo reconocen algunos jugadores. Su estado físico no es el idóneo. El equipo no tiene piernas para presionar, ni para aguantar el ritmo del Barcelona en una final. Ni para acabar con una racha que ya va por 8 partidos sin perder. El técnico italiano se obsesionó tanto con su once de confianza que ha dejado de lado al resto del plantel, que con mayor o menor nivel podrían haber oxigenado al equipo. Y hubo días de errores flagrantes, como repetir casi el once en Leganés o hacer jugar a Banega el partido en Riazor antes de la final.
Si Vincenzo Montella, tras perpetrar el ridículo del Wanda, no es capaz de mirarse a sí mismo y admitir su ridículo planteamiento ante el Barcelona, es que en el club no se estila últimamente eso de mirar los fallos propios. El director deportivo, Óscar Arias, incluso el sábado por la noche defendía la gestión de la temporada, y el presidente, Castro, llegó a decir días antes que "los sevillistas no tienen derecho a estar enfadados", o comentó tras el derbi que "algún día se tenía que perder".
Son estos algunos puntos que explican en lo que se ha convertido el Sevilla a día de hoy, que en cualquier caso aún puede 'salvar' la temporada si logra una nueva clasificación europea. Eso sí, lo tendrá complicado. Cinco partidos por delante para consolidar una séptima posición para la que han surgido varios aspirantes. En cualquier caso, haría bien la entidad en no pasar por alto las claves del derrumbe de ese Sevilla que soñaban mantener y mejorar.
Los jugadores
Es evidente que esta será la última temporada para varios jugadores del Sevilla. Algunos de ellos incluso recientemente llegados. Pero la actitud de algunos de ellos, a pesar de su incuestionable calidad, ha dejado mucho que desear. Es el caso de Nzonzi, cuyos desplantes hacen aconsejables una salida, a pesar de ser uno de los puntales en calidad del plantel. Otros directamente, más allá de la actitud, han dejado de rendir a buen nivel. Muriel casi ni lo hizo en toda la campaña, pero jugadores como Correa, Vázquez, Nolito, Pizarro... es evidente que han tenido demasiados altibajos, o directamente no han cumplido las expectativas que generaron a su llegada, todos además con un coste alto.
No comparto todo el análisis (aunque si parte). Me llama la atención que se cuestione la calidad de gente como Correa, Muriel u otros, sin preguntarse antes si tienen o no calidad, o los factores por los cuales están rindiendo a un nivel bajísimo.
Sr. Castro valla por delante que este comentario lo hago once horas después del partido por lo que ya en frio le digo lo siguiente. En primer lugar, si usted es sevillista lo primero que debería hacer es cesar al entrenador y al director deportivo. Dejar para estos cinco últimos partidos de liga a una persona de la casa (Alvares, Caparros) y de inmediato convocar elecciones, su etapa en el Sevilla,f.c. a caducado Llevamos toda la temporada dando tumbos con una plantilla mal planificada por uno de los peores si no el peor directores deportivos de Europa, goleadas una tras otra mal juego sin gol y lo peor sin huevos y usted solo pensando en su sueldo y en el reparto de dividendos. Usted sobra en el Sevilla,f.c se puede perder pero no arrastrarse por el césped usted en toda la temporada no a pegado un golpe en la mesa y a puesto firmes a los jugadores, entrenador y Director deportivo la planificación de inicio de temporada de pena, dejar en la plantilla a dos inválidos como pareja y carrico,fichar a dos de los peores laterales del futbol mundial, Carole y Corchia (por cierto el primero sin ficha y cobrabrando) fichar a tíos con 32 años cobrando un pastón (Navas y Nolito) no fichar a un buen delantero centro no fichar a dos buenos centrales, no fichar a alguien con musculo en el centro del campo ect.ect. no le digo nada de los fichajes de invierno jugadores que ni juegan. Un verdadero desastre, usted a fallado al sevillismo y si de verdad es sevillista, convoque elecciones ya y cese de inmediato al Entrenador y director deportivo.