Joris Gnagnon se ha convertido en la apuesta del Sevilla para el centro de la zaga. Después de los nombres de Nkoulou, Caleta-Car y Djené, el defensa francés de 21 años ha sido la apuesta de la dirección deportiva.
El Sevilla ha pagado 15 millones de euros por este jugador que lleva siguiendo desde hace varias temporadas. Gnagnon se caracteriza por su presencia física y su fuerza. El galo, internacional con las categorías inferiores de Francia, ha jugado en dos años alrededor de 70 partidos en al máximo nivel a pesar de su juventud.
En el juego, Gnagnon es un central a la vieja usanza, sin contemplaciones y contundente. El francés de origen costa marfileño no tiene reparos en ir al choque con el contrario. A pesar de ser diestro, tiene buen desplazamiento en largo con las dos piernas. No obstante, tiene una salida de balón aseada pero no es Lenglet.
Acostumbrado a jugar en una defensa de cuatro, Gnagnon ha demostrado solvencia desempeñándose en los dos perfiles de la zaga, por lo que en una defensa de tres no tendría problemas para adaptarse a cualquiera de las posiciones.
En lo físico, Gnagnon es un futbolista fuerte. No es excesivamente alto para ser central -mide 1,83 -, pero su buena colocación le facilitan ganar los duelos por alto e ir bien de cabeza en la faceta ofensiva y defensiva. Ese buen posicionamiento le permite tener una buena anticipación y sacar ventajas en despeje.
El Sevilla firma a un central con capacidad de mando a sus 21 años, con experiencia en la élite, y con mucha proyección. Con Sergi Gómez y Gnagnon, Machín tiene casi cerrada la retaguardia del equipo. El galo llega para darle músculo a una línea muy lastrada la temporada pasada.