Justo después de finalizar la Liga, el Sevilla FC comenzó sus reformas en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán. El proyecto consistía en transformar la grada baja de Fondo, eliminando los vomitorios, formándose cuatro grandes pastillas de 25 filas cada una y sumando 1.000 localidades más al aforo.
Tras varios meses de reformas, así es como ha quedado el nuevo estadio rojiblanco que se estrenará el próximo jueves.