La cantera vuelve a ser protagonista en este Sevilla. Un anhelo que los aficionados llevan reclamando desde hace tiempo, pues en los últimos años casi ha habido una sequía de la savia nueva que tanto abanderó a la entidad a principios de siglo. Un papel que parece haber recuperado con la llegada de Joaquín Caparrós, el principal avalista y cazatalentos de la Carretera de Utrera.
De hecho fue el propio Joaquín Caparrós quien hizo debutar al último canterano de la entidad (salvando el debut frente al Újpest de Pejiño), dándole la oportunidad a Lara en el último encuentro del pasado curso frente al Alavés, cortando así la racha de más de dos años sin vislumbrar la alternativa de algún integrante de la cantera sevillista, cuando lo hicieron entre otros Matos, Curro Sánchez, Carmona, Diego González o Borja Lasso.
En esta nueva etapa, el recién nombrado director de fútbol desveló que la cantera recuperaría un papel importante y así se lo transmitió a su llegada a Pablo Machín, al que le ha bastado un partido oficial para refrendarlo en el campo. Ante el Újpest y a falta de 20 minutos del final, el técnico le dio la oportunidad a Pejiño de debutar con el primer equipo a sus 21 años de edad.
Una alternativa que llega tras brillar el pasado curso en el Sevilla C y ganarse la confianza del míster en la presente temporada, lo que significa que el trabajo tiene premio y que la cantera vuelve a ser importante en la entidad. Los próximos que podrían buscar minutos, hombres como Pozo, Berrocal o Mena.