El entrenador del Sevilla, Pablo Machín, ha lamentado las "muchas paradojas del fútbol" tras la derrota de su equipo ante el Krasnodar ruso (2-1), ya que "cuando quizás peor" estaban los andaluces se pusieron por delante "y cuando mejor, llegaron los dos goles suyos, el segundo, de forma dolorosa".
Machín no restó méritos a la chilena del georgiano Okriashvili, quien marcó "un gran gol, pero fue doloroso porque" considera que tendría que "haber sumado al menos un punto" frente a un "rival que ha apretado con calidad" y frente al que sus jugadores no han "estado cómodos, sin saber solventar su presión".
"Encontramos nuestro momento. El 0-1 nos dio tranquilidad, pero en la segunda parte, pese a que fuimos mejores, encajamos dos goles" añadió el técnico soriano.
El preparador sevillista justificó sus rotaciones al recordar que "hay muchos partidos, jugadores con muchos minutos y había que dar descanso a unos y oportunidades a otros", ya que "conseguir metas importantes será una cuestión", aunque insistió en que "con los más habituales" sobre el césped "ha sido cuando nos han ganado".