Las pesadillas hay que olvidarlas cuanto antes

Tanta gloria ha dado como mal sabor de boca dejó en su último encuentro. El Sevilla FC vuelve a la Copa del Rey un día después de Halloween, un día antes del día de los difuntos, aún con el recuerdo en la mente del sevillismo de la última vez que disputó un partido del Torneo del KO. Una final inolvidable en el peor sentido, un lunar en la historia del club que, en este primer día de noviembre, conviene empezar a olvidar.

Es difícil echarle un borrón a ese escarnio sufrido en el Wanda Metropolitano, pero este jueves en Villanueva de la Serena empieza la cuenta nueva y ya nada de lo que pasó allí, o en otra final con mejor final, tiene ningún tipo de influencia en una nueva edición de la otra competición en la que el Sevilla es pentacampeón. Es el camino más corto hacia tocar plata… pero no el más sencillo porque hay un equipo de azulgrana con un pequeño argentino que lleva el 10 obsesionado con ganar todas las copas posibles.

En el Villanovense, donde precisamente saben lo que es medirse al Barça en la Copa, esperan con muchísima ilusión el partido ante los nervionenses. Incluso más que aquel en el que empataron sin goles ante un equipo culé muy descafeinado. Por falta de efectivos, el equipo que Pablo Machín ponga en liza en el Romero Cuerda estará plagado de titulares o, al menos, habituales. Lo que gusta en estos sitios en días de fiesta como el de este jueves.

El soriano se ha dejado en Sevilla a siete titulares, por lesión o por necesario descanso, pero pondrá en liza un equipo competitivo en tierras extremeñas. Acertarle el once en esta ocasión será muy complicado. Lo único seguro es que Juan Soriano será titular, debutando en el primer equipo, y parece probable que hombres como Gnagnon, Promes y Muriel tengan otra oportunidad y los recién recuperados Amadou y Escudero sumen minutos. Mena y Javi Vázquez habrán soñado esta noche con debutar y Borja Lasso con aprovechar los pocos minutos de los que va a disfrutar.

Para el Villanovense el partido es una fiesta en la que todos quieren estar. Desde los jugadores a los aficionados, pues el estadio ha tenido que ser ampliado con gradas portátiles para llegar a las 9.000 butacas de aforo. Al tratarse de un día festivo, también se esperan sevillistas en las plateas del Romero Cuerda.

En eso se debe quedar el choque, en una fiesta en la previa en la localidad pacense y en un plácido regreso de los sevillistas. La noche de muertos del 21 de abril hace mucho que pasó. Toca volver a soñar plácidamente con la Copa.