Uno de los pocos hombres que se salvaron en la derrota del Sevilla FC ante el Standard en Lieja fue Guilherme Arana, que incluso le puso un balón de gol a Ben Yedder en la primera mitad que el galo incomprensiblemente falló.
El brasileño valoró el encuentro tras el pitido final, evidenciando su decepción por el resultado. “No son buenas noches. Tenemos que seguir trabajando y volver a ganar el domingo. Los adversarios también tienen calidad, teníamos que sumar un punto para clasificarnos pero ahora toca trabajar, descansar y cambiar el chip”, explicó.
"El partido estaba controlado pero un poco de falta de atención en Europa es fatal. Tenemos que seguir trabajando", añadió Arana.
Además, el carrilero analizó la poca capacidad del equipo en la competición continental lejos de Nervión, pero cree que harán valer su fortaleza en el Sánchez-Pizjuán en la jornada final ante el Krasnodar. "El equipo adversario tienen calidad, ahora jugamos en nuestra casa y tenemos que ganar. Siempre hay que tener confianza”.
Por último, fue cuestionado por cómo se queda el vestuario tras la derrota. "Nos deja tocados. A nadie le gusta perder partidos pero la vida del futbolista es así. Un día perdemos y otro día ganamos pero tenemos que mantener la cabeza arriba”, finalizó.