Un puntito en Lieja y a otra cosa
En el Sevilla FC todo es felicidad en estos momentos. Está llegando diciembre y el equipo nervionense no sólo sigue en todas las carreras, sino que en alguna de ellas incluso está como el corredor más adelantado. En el ADN sevillista está luchar por todo, pero para ello es necesario ir liquidando los deberes lo antes posible, como el niño que llega a su casa un viernes por la tarde y acaba la tarea después de almorzar para disfrutar el fin de semana sin lastre.
Este jueves el equipo de Pablo Machín visita Lieja con un objetivo entre ceja y ceja. Aparcar hasta el mes de febrero la Europa League para centrarse en seguir ahí arriba en la tabla clasificatoria de LaLiga Santander, un sueño inalcanzable que no lo parece tanto ahora mismo, y eso hay que aprovecharlo.
Sólo un punto necesita el Sevilla en el Maurice Dufresne, un estadio en el que no ha conseguido ganar en ninguna de sus dos visitas, para certificar su pase a los dieciseisavos de final de su competición. Pase lo que pase, ante el Krasnodar se jugará ser primero en la última jornada, pero en Nervión saben de ganar Europa Leagues pasando de cualquier forma y jugando contra quien haga falta.
El Sevilla necesita un punto para asegurar su pase a los dieciseisavos de final de la Europa League. El Standard necesita ganar para seguir vivo o que el Krasnodar pierda ante el Akhisarspor.
Para el partido ante el Standard, Pablo Machín hará rotaciones, como es habitual hasta ahora en la competición europea. Le toca descansar a Sergi Gómez, sancionado tras ser expulsado en Turquía hace tres semanas, por lo que Gnagnon tiene opciones de volver a jugar e intentar mejorar esa pobre imagen que ha dado hasta ahora. Otro que apunta a titular es Guilherme Arana, que ha perdido protagonismo desde la recuperación de Escudero.
Con Roque Mesa recuperado para la causa, el soriano se dará el lujo de dar descanso a algunos de sus talentosos hombres del centro del campo, y en la delantera se debate entre mantener a alguno de sus enrachados goleadores -Ben Yedder parte con más opciones- o volver a apostar por la dupla Promes-Muriel, que necesita minutos, pero sobre todo minutos buenos.
Enfrenta estará un Standard de Lieja mejorado con respecto al que fue vapuleado en el partido de ida. Preud’homme ha insistido en su mejoría en la previa, y a las dos victorias seguidas que lleva en liga quiere sumar ésta en la Europa League. De hecho, todo lo que no sea ganar dejará al equipo belga fuera de la competición continental salvo sorpresa del Akhisarspor en Rusia. Sin embargo, la afición del Standard no parece confiar mucho en los suyos y de momento el ritmo de venta de entradas para la tercera visita sevillista en los últimos años es pobre.
Tendrá el exportero belga la oportunidad de contar con el congoleño Paul-Jose M'Poku, que no jugó en la ida y que en estos momentos es el mejor futbolista de su equipo. Aunque ha sido reservado en la Europa League, para el partido a vida o muerte de este jueves estará de inicio. Además, el mediocentro defensivo bosnio Gojko Cimirot y el centrocampista rumano Razvan Marin, que eran duda, podrán ser de la partida. La única baja confirmada es la del lateral derecho Luis Pedro Cavanda.
Las cuentas para el Sevilla son claras. Un punto y a pensar en otra cosa. Le da casi igual a efectos clasificatorias empatar que ganar pues, de puntuar, el liderato de grupo se tendrá que decidir de todas formas en la última jornada, en la que el Krasnodar visita Nervión, pero lo importante es asegurarse el pase y centrarse en mantener el ritmo en la competición doméstica.