Camaleónico Machín
Si algo ha demostrado hasta el momento Pablo Machín es que está preparado para ser camaleónico cuando sea necesario, capaz de cambiar los partidos del Sevilla FC introduciendo variaciones, tanto de inicio como durante el propio encuentro con los cambios.
El soriano apenas tardó media decena de partidos en cambiar su sistema inicial, buscándose las vueltas para jugar con dos delanteros y dar entrada a Ben Yedder. El galo le ha dado la razón, pero también André Silva, que ha conformado una dupla espectacular en ataque, casi sin parangón en LaLiga Santander en estos momentos. En los últimos partidos, las lesiones le han obligado a hacer retoques, como la inclusión de Roque Mesa en el once inicial.
Sin embargo, y a diferencia de otros entrenadores que ha tenido el Sevilla en los últimos tiempos, Machín ha demostrado ya sobradamente que no le duelen prendas al cambiar sus ideas iniciales, y así lo hizo en Mendizorroza. Por ejemplo, Unai Emery tenía la etiqueta de inmovilista –el clásico Coke por Mariano- y otro como Vincenzo Montella directamente ni solía agotarlos.
El Sevilla estaba haciendo un partido mediocre ante el Alavés en tierras vascas, especialmente lastrado por una mala actuación de Roque Mesa, que además rondaba la segunda amarilla. Así, el canario se quedó en el descanso en el banquillo y entró Amadou, y el equipo comenzó a mejorar con el ex del Lille en el campo.
Posteriormente, detectó el sufrimiento de Mercado en el carril derecho, algo que estaba aprovechando Jony, y se sacó de la manga un cambio que nadie esperaba. Quincy Promes, que llegara en verano como delantero, jugó la última media hora como carrilero y ahí comenzaron los problemas para los de Abelardo. Jony ya no atacaba tanto pues debía cubrir las subidas del holandés y el equipo de Nervión comenzaba a atacar con peligro.
La sustitución definitiva fue la de Pablo Sarabia, que entró al campo por Kjaer. Zafarrancho de combate con el que retrasaba a Amadou a la zaga y recolocaba a Banega como pivote. Además, la banda formada por Promes y el madrileño hacía todavía más daño. El Sevilla empató y pudo incluso ganar.
No es la primera vez que Machín toca a rebato. En Lieja ya lo intentó poniendo a la vez en el campo a sus cuatro delanteros –Ben Yedder, André Silva, Muriel y Promes- en los minutos finales del partido ante el Standard, jugando además con uno menos. En el partido ante el Espanyol en Nervión, introdujo a Ben Yedder en el descanso y el francés fue fundamental para conseguir remontar un partido que iba perdiendo.
El único día que se le recriminó no cambiar a tiempo fue en el derbi ante el Real Betis. Roque Mesa fue expulsado por una doble amarilla muy polémica pero también muy cocinada por el canario. Desde entonces, Machín ya sabe que un cambio a tiempo es una victoria. O al menos ayuda a ella.