Aburrimiento y suspense para estar en octavos

El Sevilla cumplió el expediente y estará en octavos de final de la Copa del Rey. El equipo de Machín venció al Villanovense pero la unidad ‘B’ volvió a dejar muchas dudas. Esa incertidumbre se debe a varios factores que no son nuevos. Los hechos quedaron escenificados en el césped del Sánchez-Pizjuán de diferentes maneras: una mala primera parte, falta de ritmo de muchos futbolistas suplentes y hombres como Gnagnon o Arana que siguen sin mostrar las ganas que se le presupone a un suplente que quiere dejar de serlo. Entre la mediocridad que dejó el partido ante los extremeños se pueden destacar las ganas de Promes, sobre todo en la primera parte, la voluntad de Nolito y la continua falta de gol de Luis Muriel. No es que el holandés fuera un torbellino de carrilero diestro, pero al menos lo intentó, centró, le puso una pelota de gol a André Silva y quiso demostrar. En el caso del sanluqueño, su trabajo se ve pero no termina de fructificar.

Jugando como si tuviera una ventaja de dos goles, esa fue la sensación que dejó el Sevilla en los primeros 45 minutos. Creyendo que el gol llegaría en cualquier detalle de calidad. Eso sí, jugando mal, sin intensidad y con poca hambre, en la primera parte el equipo de Machín generó al menos cinco ocasiones de gol, entre ellas, un gran disparo de falta de Muriel al palo, un cabezazo de Amadou a la salida de un córner y un remate de André Silva mordido. No se pudo presumir de mucho más. 

En la segunda mitad se le puso de cara el partido al Sevilla. No fue por una gran acción de juego, simplemente un rebote en la espalda de Borja García lo peleó Muriel, el portero salió mal y le hizo penalti. Al lanzamiento fue André Silva. El portugués hizo una carrerrilla extraña para tirar, lanzó peor y el portero lo paró. Estuvo atento el luso para coger el rebote y marcar el primer y único tanto de la eliminatoria. Salvo el gol, el portugués cuajó un partido flojo. Probablemente, André Silva pensó en Mestalla y en el Valencia.

Ben Yedder, Banega y Sarabia al campo

Con uno cero en el marcador y el luso desconectado del partido, Machín cambió hombre por hombre: Silva por Ben Yedder. Gol por gol. Había que pensar en el reparto de minutos de cara a LaLiga Santander, sin dejar de tener presente la última media hora del partido con el Villanovense. Un gol de los extremeños les daba el pase.

Tuvo que tirar también Machín de Banega. Franco Vázquez ya llevaba varios minutos algo desenchufado y era mejor no arriesgar. La salida del 10 del Sevilla le dio más dominio al equipo hispalense que jugaba ya en campo contrario. Sin cambios en el marcador, Machín tuvo que meter en el terreno de juego a Sarabia también. El madrileño entró por Muriel. El colombiano, nuevamente desafortunado de cara a gol tras fallar una ocasión clara con el portero, se marchó entre algunos pitos y más aplausos.

Entre que le cuesta entrar en los partidos y que carece de gol, Muriel sigue en el alambre.

Con suspense acabó el partido. El segundo del Sevilla no llegaba y en cualquier acción a balón parado del Villanovense podía meter un tanto y traer el drama a la parroquia hispalense. Eso no pasó y el equipo de Machín se mete en la siguiente ronda sin mostrar la diferencia de nivel que existía sobre el papel.

El Sevilla estará en el bombo de octavos de final de la Copa del Rey sin sufrir y sin mostrar la imagen de superioridad que debiera. La unidad 'B' volvió a dejar claro que está un escalón por debajo del teórico equipo titular. El doble duelo contra el Villanovense, el partido contra el Standard, la victoria pírrica en Turquía, o la derrota en Krasnodar son clara muestra de ello. No hubo drama y esa es la mejor noticia viendo el partido que firmó el Sevilla ante el Villanovense.