Ni media tinta. El Sevilla FC se enfrenta este miércoles al partido en el que menos tiene que ganar de la temporada, pero si no en el que más tiene que perder, sí uno de los que más. Del escarnio público en todo el país no se salva ni un Primera que cae en la Copa del Rey ante un rival de inferior categoría, y menos aún si encima va segundo, es pentacampeón europeo, vigente subcampeón de la competición y, además, piensa en aceptar todos los retos.
Por mucho que Pablo Machín ponga en liza a la segunda (o tercera) unidad, los nervionenses deben salir este miércoles al césped con la intención de vapulear al Villanovense, y además hacerlo por la vía rápida. Si al descanso se llega con todo resuelto, mejor que mejor, y que los profesionales recuerden que las apreturas en los últimos minutos benefician a los extremeños después de que los sevillistas no fueran capaces de perforar la red del Romero Cuerda en la ida.
En el Sánchez-Pizjuán no habrá excusa por el césped ni por las dimensiones del terreno de juego, tampoco valdrá la falta de minutos de los hombres que van a defender este miércoles el escudo sevillista, pues cualquiera de ellos cobra más por jugar que todos los rivales que va a tener enfrente juntos. Y con diferencia.
Para el Sevilla FC, para la entidad modélica del cuarto lustro del Siglo XXI y el equipo que tantas alegrías ha dado a los suyos, es inconcebible no pasar la eliminatoria y plantarse en enero con la posibilidad de marcar en rojo todos los miércoles de su agenda.
Machín optará por los menos utilizados. Los Juan Soriano, Ggagnon, Borja Lasso o Nolito disfrutarán de los minutos que le niegan sus compañeros, o ellos mismos, y aunque el test no sea a priori exigente, la cosa para ellos no está como para desperdiciar las oportunidades que tengan.
El mayor aval del cuadro que se encontrarán enfrente es la ilusión. No debería ser suficiente. El Villanovense llega con el sueño de dar la campanada, pero sobre todo con la intención de disfrutar de un premio que le distraiga un poco de la difícil lucha liguera, donde ocupan puesto de promoción de descenso a Tercera, con un punto más que el Sevilla Atlético. Julio Cobos viaja con todos excepto Calin, el único lesionado, y a buen seguro tratará de repartir minutos teniendo en cuenta los que jugaron la ida. Además, se espera a un millar de seguidores de Villanueva de La Serena en las gradas del Sánchez-Pizjuán.
Observe que este periodista no la he nombrado, pero usted también sabe que hay una palabra que empieza por f y termina en o que define a la perfección lo que pasaría si todo no saliera como debe. Pues eso, ni mentarlo.