El Sevilla FC cierra este 2018 pensando en un nuevo año cargado de ilusiones. La entidad concluye un brillante anuario, en el que aún sueña con LaLiga Santander, además de mantenerse vivo en Europa League y la Copa del Rey. Un momento que dista mucho de como empezó hace casi 365 días con un once muy distinto.
Los de Nervión concluyeron en pasado 2017 con la moral por los suelos. Con Berizzo destituido y Montella perdiendo el derbi, el Sevilla no empezaba de la mejor manera el año. Un estado de forma completamente opuesto al ofrecido desde la llegada de Machín, que se puede ver reflejado en la revolución en el once.
Sergio Rico, Corchia, Kjaer, Lenglet, Escudero, Nzonzi, Pizarro, Banega, Nolito, Jesús Navas y Muriel fue el primer once del Sevilla en 2017. Una alineación casi completamente diferente a la que Machín utilizó en Butarque. De hecho apenas dos de esos futbolistas repitieron en Butarque, aunque bien es cierto que Kjaer no pudo estar por lesión y Banega por sanción.
Desde entonces, Sergio Rico, Pizarro y Corchia se han quedado sin sitio. Nzonzi y Lenglet fueron los grandes ingresos del Sevilla en verano. Muriel y Nolito han caído casi relegados al ostracismo. Únicamente Banega, Escudero, Kjaer y el reconvertido Jesús Navas se mantienen en el que por aquel entonces era casi el once estrella de la entidad. Sarabia, Ben Yedder y Franco Vázquez vieron la cita ante el Cádiz desde el banquillo.
Un once muy distinto al que Machín sabe de memoria, con Vaclik, Jesús Navas, Mercado, Kjaer, Sergi Gómez, Escudero, Banega, Sarabia, Franco Vázquez, Ben Yedder y Sarabia. Apenas dos fichajes nuevos, pero muchos futbolistas que Machín ha logrado darle su sitio, exprimir su valía y sacar el mejor rendimiento a unos jugadores que hoy mantienen al Sevilla peleando entre los mejores de LaLiga Santander.