Pablo Machín, entrenador del Sevilla, ha hecho balance de su primeros meses en el conjunto nervionense y lo logrado. "Ni los más idealistas pensaban que pudiéramos estar ahí arriba. La primera fase de la temporada la calificaría como notable. Hemos cumplido todos los objetivos que teníamos", ha asegurado el técnico soriano.
El soriano, en una entrevista en el Diario AS, ha hablado también de la exigencia del Sevilla: "Sabía dónde venía. La historia reciente del Sevilla es sorprendente. Eso hace que la afición se acostumbre a ganar y que un partido empatado parezca un fracaso. Nunca le he dado mayor importancia a las críticas, tengo que ser fiel a lo que creo y a lo que me ha traído hasta aquí".
Machín también ha opinado sobre el mercado invernal y las posibles salidas. "No ganamos nada estando preocupados de que se vaya alguien. Les veo muy implicados y creo que será difícil que nos toquen algo. En cuanto a las mejoras, siendo respetuosos con el rendimiento que la plantilla está dando, todos estamos abiertos. Seguro que en el mercado llegarán cosas. Lo que me gustaría es que las tuviéramos para el día 1 de enero y no perder el mes. Creo que en el club piensa todo el mundo así", ha comentado.
Machín también ha mirado al año que se le presenta al Sevilla. "En 2019 queremos seguir ilusionando. Cuanto más ilusionada esté la afición, más síntoma será de que funciona el equipo. Trabajamos para que los sevillistas sean felices y estén orgullosos", ha indicado.
El entrenador del Sevilla también fue cuestionado del derbi disputado con el Betis: "Del último me quedó una muy mala sensación. Lo primero porque defraudamos a mucha gente. Pero, más allá de las críticas del momento, lo que te da mucha rabia es que se cambiara por completo lo que realmente pasó. Que luego nos lo corroboraron quitándole la tarjeta a Roque Mesa. Todo hubiera cambiado".