El Sevilla no ha salido de este Día de Reyes con una victoria ante el Atlético. Pero sí ha salido con una sensación, que está en la planta noble de la Liga sin nada que envidiar ni nada que perder ante los compañeros de viaje. Ganar al conjunto colchonero, recuperar la segunda plaza... evidentemente habría sido lo ideal para el Sevilla, pero el punto sumado, quizás hasta agridulce tras la buena primera parte, sigue dejando satisfechos a los sevillistas, que ven como un día tras otro su equipo pelea, compite y hasta crece. Ante el Atlético lo hizo por ejemplo en un partido ante un rival directo ahora mismo, y lo hizo ganando además enteros con algunos jugadores como Gnagnon, que se sube al carro del rendimiento por la puerta grande. El nivel de los jugadores sevillistas sigue siendo alto, como lo es el del Atlético, sobre todo de Griezmann, cuyo gol hizo sobrevivir al conjunto colchonero cuando peor lo pasaba,
Era imposible que el partido decepcionara porque los contendientes eran el segundo y el tercer clasificado de la competición, los únicos que por ahora aguantan de una u otra forma el ritmo del Barcelona. Y realmente fue un encuentro de alto nivel, muy competido, muy intenso, muy trabajado.
Cuando el Sevilla primero y el Atlético después superaban líneas y creaban peligro se topaban una y otra vez con dos muros, Oblak y Vaclik
El Sevilla realizó una magnífica primera parte, en la que apenas cometió errores (uno y costó el gol) y fue horadando poco a poco la roca que es el Atlético de Madrid. Esa gota que erosionaba la piedra una vez tras otra fue Jesús Navas, un dolor de cabeza para Simeone. Pero más allá de Navas, espectacular, el conjunto nervionense realizó una muy buena primera parte, con Banega inventando pases que superaban líneas, Roque dándole recorrido a la pelota, Gnagon ganándose al Pizjuán y casi todos los duelos, y con los delanteros a lo suyo, marcar. Lo hizo Ben Yedder y el palo evitó que lo hiciera André. Con todo el Sevilla a un buen nivel tampoco se apisona a un equipo como el Atlético, pero se le supera, tanto como para crearle ocasiones, tanto como para crearle peligro y ponerlo contra las cuerdas, aunque luego se tope con Oblak. Pero claro, no matarlo es dejarlo vivo. Y un Atlético que casi no hizo nada en la primera parte encontró la igualada cerca del descanso en una falta absurda de Carriço a Thomas, cuando el ghanés casi perdía la pelota y ni estaba perfilado. Demasiado caramelo para el goloso Griezmann, que ejecutó al Sevilla y logró un empate a todas luces injusto, pero empate al fin y al cabo para irse al descanso.
La segunda parte venía ya cambiada de serie con el gol postrero del Atlético, pero además también sufrió algunas variaciones, pues Simeone tocó algunas piezas para intentar atar el encuentro y sobre todo para intentar atar a Jesús Navas, que anduvo desatado. Lo logró el argentino, que colocó a Koke como tapón del canterano sevillista, aunque en alguna ocasión también la lio el de Los Palacios.
Con esa modificación el Atlético no solo taponaba una vía de escape, también amputaba un recurso sevillista, que sin ese brazo en la derecha tuvo más dificultades para generar peligro. De hecho, la ocasión más clara del Sevilla en la segunda mitad vino de nuevo por la derecha, en la ocasión que Navas se volvió a marchar, porque por la izquierda Escudero no se proyectaba tanto y Roque Mesa tampoco tenía madera de extremo pese a su entrega.
El centro, por último, estaba demasiado transitado, y apenas se podía penetrar en la zaga del Atlético. Eso forzó más pérdidas de balones y dio más alas y recorrido al Atlético, que empezó a robar más, controlar con más espacios, correr más, y tuvo algunas llegadas peligrosas, sobre todo una de Griezmann que salvó de manera providencial Vaclik,
Pero ni el Atlético pudo inquietar más allá al Sevilla ni el Sevilla pudo encontrar la vía de acceso definitiva por más que lo intentaban Banega, Ben Yedder... Con los cambios, alguno tardío de Machín, y un juego más endurecido se cerró el encuentro, que dejó un empate de altura entre dos equipos que precisamente transitan por ahí, por las alturas.
El equipo que más faltas hace y menos le pitan y ni Le expulsan, cuando todos los del patético son como su entrenador un tío que sólo sabía dar agarrones y patadas, pos igual y ya del árbitro no hablamos aleccionado por estomagos capitalinos para intentar en todo momento que el Sevillafc no ganará, dejando que el patético diera patadas y agarrones a mansalva y después sacándole tarjetas al los jugadores del Sevillafc por protestar esas faltas no pitadas como el empujón a navas en la barrera, en fin más de lo mismo pero seguimos puntuando y machin si tarde con los cambios pero a quien sacas? Si ya tenía toda la pólvora en el terreno, mejor recoger la ropa. Grande Sevilla fc.