Tras acostarse ilusionado después de la cabalgata, al niño –o no tan niño- sevillista le toca levantarse, abrir aquello que le han dejado Sus Majestades, disfrutar de un desayuno con roscón, ver alguna cabalgata de distrito si tiene ocasión y, quizás, almorzar en familia en casa de sus abuelos. Y para redondear el día más mágico del año, partidazo con mayúsculas en el Ramón Sánchez-Pizjuán.
Tiene cierta gracia que un 6 de enero visite al Sevilla FC un equipo que en su día tuvo un delanterazo llamado Baltazar y a un canterano que se llamaba Gaspar.
Sin ningún rey pero con muchos magos en el campo –y un principito-, se miden en Nervión dos de los mejores equipos de la temporada peleando por un segundo puesto. El Atlético de Madrid lleva muchos años siendo el tercero en discordia de la pelea de los dos grandes y, de paso, se echa a las alforjas del camello un título de vez en cuando. El Sevilla, pese a sus enormes diferencias de presupuesto y capacidad económica, quiere competirle cada año y, de paso, se echa a las alforjas de su camello un título de vez en cuando. Pelear LaLiga Santander va a ser complicado, pero los dos van a hacer todo lo posible, y eso pasa por ganar en el Sánchez-Pizjuán.
Vivir pues un partido así en pleno día de Reyes parece un regalo traído desde tierras orientales. Ganarlo es un regalazo al sevillismo al nivel del oro que Melchor –el que faltaba- le dejó al Niño Jesús en el portal. Oro para disfrutarlo en el día festivo antes de la vuelta al cole o al trabajo después de las intensas fechas navideñas. Oro para LaLiga Santander. Oro para soñar aunque los caramelos de la cabalgata ya hayan sido retirados por los servicios de limpieza. Oro que podría multiplicarse en forma de lingotes allá por el mes de mayo.
El Heraldo de esta tarde de Reyes en Nervión tuvo lugar el viernes, cuando el sevillismo se puso una vez más en el mapa del fútbol mundial metiendo a más de 20.000 personas en un entrenamiento. Esto no mete presión al equipo, dice Machín, pero sí debe servir de espaldarazo para saltar al campo con la gasolina que le insufló la afición.
El Sevilla cuenta con dos bajas, una de ellas importante. Franco Vázquez cumplirá su primer partido de sanción tras su desliz en Butarque y Mercado cumple ciclo. A cambio, recupera a Banega y a Sarabia, dos hombres cuya ausencia en Leganés parecía haber condenado al equipo a la derrota hasta el zarpazo final de Ben Yedder. También vuelve Kjaer tras su lesión y Jesús Navas, que era duda, se ha recuperado a tiempo para uno de los partidos marcados en rojo en la agenda sevillista.
Y este año es así porque el Sevilla vuelve a estar peleando con el Atlético de Madrid y no por el regreso de un Vitolo que desde que viste de rojiblanco a rayas está en absoluta decadencia. Avisa Machín –Pablo- de que es uno de los equipos más difíciles de ganar de Europa, y lleva razón, aunque la ristra de bajas que tiene Diego Pablo Simeone le hará un poco más accesible, si es que esa palabra es posible al hablar de este equipo. Filipe Luis, Lucas Hernández, Diego Costa y Gelson Martins no estarán, por lo que tendrá que reconvertir a Saúl al lateral zurdo. De todas formas, un equipo que empieza en Oblak y termina en Griezmann siempre es cosa seria.
El que gane presentará su alternativa. Quedará poquito más de media liga por delante y será el que más cerca esté del líder. ¡Qué regalazo sería!
Alineaciones probables: