En el Sevilla FC se monta una crisis en un rato y se sale de ella en tres días. El sevillismo anda muy mosqueado por la eliminación de la Copa del Rey a manos del FC Barcelona y, sobre todo, por las palabras de un Pablo Machín que parece que no se ha dado cuenta aún de que en esta ciudad lo que se diga tras los micrófonos es casi más importante que lo que se haga en el campo. En esas, otra visita al dentista, como cualquier partido fuera de casa de un equipo que, aspirando a todo, lleva cuatro meses sin ganar lejos de Nervión. Este sábado toca visitar a un Celta de Vigo que no anda nada bien, y eso da aún más miedo a la hinchada blanquirroja.
Porque entre los suyos el Sevilla tiene una merecida fama de resucitar a los muertos y el partido de Balaídos, por los precedentes, hay poco sevillista que lo afronte con optimismo. Obviando que su equipo va cuarto y pelea en la zona alta prácticamente desde que comenzó la temporada. Cuando hay que ser tremendista, los que más. Además, una victoria le dará seguramente aún más colchón o le acercará a la punta de la clasificación, pues varios de sus perseguidores se miden en esta jornada a sus perseguidos.
El crédito de Machín ha quedado tocado porque aunque muchos se esperaban que un Barça a tope le remontara la eliminatoria, muchas de las decisiones del soriano han sido puestas en tela de juicio. Y con motivo. Pero como también el sevillismo es cabal cuando debe serlo, la mejor forma de recuperar prestigio es conseguir la victoria en Balaídos, un campo que históricamente no se ha dado demasiado bien pero en el que en estos momentos mora un enfermo, con un ‘sospechoso’ Miguel Cardoso a punto de ser enviado de vuelta a Portugal.
En LaLiga el entrenador soriano suele huir de los inventos, y lo normal sería que, con la recuperación de Escudero, el Sevilla saltara al césped gallego con su once de gala. Con Vaclik, menos mal, con Ben Yedder, claro, y con Franco Vázquez. La única baja de peso sigue siendo la de Jesús Navas, aunque Quincy Promes ha demostrado ser capaz de solventarla sin problemas y se ha convertido en el hombre más en forma del equipo. Además, se espera el debut de Marko Rog, que tendrá minutos casi con seguridad tal y como ha comentado su entrenador en la rueda de prensa previa.
En el Celta, como decíamos, lo están pasando mal. Se lesionó Iago Aspas y desde entonces no ha conseguido puntuar. Cinco derrotas consecutivas que le han colocado en los puestos de descenso y a su entrenador, Miguel Cardoso, en la picota. Será destituido con total seguridad si no es capaz de ganar al Sevilla. El luso no tiene a Aspas pero recupera a Okay Yokuslu, y además ha convocado al exbético Boudebouz, recién llegado a Galicia.
Dos equipos que no pasan por sus mejores momentos y que se viven en una batalla fundamental para ambos. Alguno saldrá herido, no hay más remedio. Que no sea el Sevilla, que se acabe la maldición a domicilio y que una buena victoria en Vigo haga pasar página al sevillismo de un miércoles muy negro.
Alineaciones probables: