El Sevilla comenzó este lunes a preparar la cita crucial del jueves ante el Lazio, ida de dieciseisavos de la Liga Europa, con la necesidad de ahuyentar las dudas no disipadas en sus últimos choques pese a su épica igualada con el Eibar (2-2), con dos goles en los últimos minutos y en inferioridad numérica.
La plantilla dirigida por Pablo Machín volvió al trabajo con la mirada centrada únicamente en Roma tras un empate a base de coraje y orgullo culminado en el tiempo añadido por Pablo Sarabia, pitado por la afición a cuentas de su bloqueada renovación, y con uno menos al ser expulsado el argentino Éver Banega poco antes de los dos tantos sevillistas que atenuaron en parte un partido horrible.
El Sevilla está pagando el peaje de su desgaste, quizá más mental que físico, y del bloqueo de ideas que sufren algunos de sus hombres claves por haber empezado a competir muy pronto, el 26 de julio en las rondas previas de la Liga Europa para poder verse ahora en la tesitura de pelearle al Lazio el pase a los octavos.
Con el retorno a su torneo fetiche, del que es pentacampeón, el equipo andaluz es consciente de su necesidad de dar un definitivo paso adelante para recuperar su autoestima, dañada tras su mala imagen reciente, sobre todo fuera (Real Madrid, Barcelona o Celta), pero también en el duelo empatado 'in extremis' en casa contra el Eibar antes de ese arreón final de casta y amor propio.
El conjunto del barrio de Nervión ha sufrido muchas bajas en las últimas semanas -aún siguen lesionados Aleix Vidal, Manuel Agudo 'Nolito' o los galos Maxime Gonalons y Joris Gnagnon, éste en la fase final de su recuperación-, lo que ha coincidido con un bajón en su rendimiento que en LaLiga le ha llevado a sumar sólo 6 puntos de los últimos 21.
Aún así, y aunque persisten las dudas y la incertidumbre de cómo responderá el equipo ante este decisivo tramo de la competición, el equipo de Machín sigue cuarto en la Liga y en zona 'Champions' por decimoséptima jornada consecutiva, una trayectoria que también debe ser un aval y un aliciente para la visita al Lazio.
En la sesión de este lunes, como es habitual después de cada encuentro, los que fueron titulares trabajaron en el gimnasio y los suplentes lo hicieron sobre el césped de la Ciudad Deportiva, entre ellos el capitán Jesús Navas, que reapareció en la segunda parte ante el Eibar tras haberse perdido los tres partidos anteriores por una lesión muscular.