El Sevilla juega en el Alcoraz uno de los partidos más importantes de la temporada. Es crucial porque la cuarta plaza no se puede escapar más, porque el equipo necesita reaccionar en LaLiga y porque un triunfo a domicilio es tremendamente necesario.
A lo largo de la semana, el equipo se ha unido y conjurado para sacar la situación adelante. Quedan 13 finales en LaLiga, más la Europa League, y el Sevilla está en una situación muy buena para hacer cerrar la temporada con un broche de oro. La plantilla y el cuerpo técnico lo saben y son conocedores de que la reacción no puede tardar más.
A pesar de las dudas de Wöber y Mercado en el centro de la zaga y las ausencias ya conocidas de jugadores como Gnagnon, Gonalons, Carriço y Nolito, Machín cuenta con un once de relativas garantías para vencer a un rival muy inferior. No hay excusas.
En la defensa, Mercado o Wöber deben acompañar a Sergi Gómez y a Kjaer. En el centro del campo, y teniendo en cuenta que el jueves se juega ante el Slavia de Praga, Machín podría repetir con Rog, Sarabia y Banega, para que el Mudo tuviera minutos con un Huesca más desgastado en la segunda parte. Con unos carriles muy titulares con Navas y Promes, arriba André Silva y Ben Yedder tienen que estar atinados.
El Sevilla fuera de cada no gana, principalmente porque encaja bastante y marca poco. La mejor versión de Ben Yedder y la recuperación de André Silva serán dos de las grandes bazas de los hispalenses.
Con todos los problemas del Sevilla en la retaguardia, Machín tiene que acertar en la disposición defensiva del equipo. No hay que descartar que Amadou pueda ser un recurso atrás si Mercado y Wöber no están a punto.
El fallo no se concibe. El Valencia está en alza, el Betis solo se va a centrar en LaLiga y el Getafe sigue arriba. El Sevilla no puede fallar más.