De la depresión a la ilusión

No puede desperdiciar más oportunidades el Sevilla. A la espera de que se confirme oficialmente la vuelta de Monchi, probablemente la mejor noticia para el club en el presente año, Caparrós tiene por delante 12 finales para que el equipo se meta en Champions League. No va a ser fácil.

El nuevo entrenador tiene que revivir a un equipo que sufrió en Praga un revés que será difícil de olvidar. Que el pentacampeón de la Europa League quede eliminado ante tal equipo es para que todo el club se lo haga mirar.

La cabeza de Machín rodó este pasado viernes y todos los acontecimientos se han sucedido muy deprisa en Nervión. Así las cosas, tras la debacle de Praga, el descenso de Caparrós de los despachos al banquillo y la más que probable vuelta de Monchi, ya lo único que importa es el fútbol. El Sevilla no puede permitirse estar fuera de Europa la próxima temporada y no ganar en Cornellá sería dar el enésimo paso atrás en 2019.

Caparrós tiene que exprimir a la plantilla que él y su equipo construyeron. Jugando con 4-4-2 o con tres centrales, da igual. Si piensa que es el plantel puede dar más de sí, ahora es el momento de demostrarlo. En su primera convocatoria se quedan fuera Sarabia por lesión y Kjaer por decisión técnica. Vuelve a la misma Amadou que puede ser un jugador muy utilizado en el tramo final.

Caparrós, de los despachos al chándal

Y es que el once del Sevilla en Cornellá es una incógnita. Caparrós solo ha tenido dos sesiones con los jugadores, por lo que la lógica invita a pensar que no ha habido tiempo para trabajar otra cosa que no sea lo de siempre. Es cierto que Machín ya probó en alguna ocasión el 4-4-2, por lo que no hay que descartarlo.

Conseguir el punto de inflexión. Hace una vuelta, el Sevilla ganaba ante el Espanyol para colocarse segundo en LaLiga. Ahora, los hispalenses quieren tres puntos para marcharse al parón más tranquilos y con algo más de confianza para cazar la cuarta plaza.