Si el ostracismo fuera un lugar, en él estaría metido desde hace más de tres meses Guilherme Arana. Ese es el tiempo que hace que el futbolista brasileño no disputa un partido con el Sevilla FC, lo que deja meridianamente claro que no va a seguir en Nervión en la próxima temporada.
Tras un año y medio en el club sevillista, Arana ha ido viendo como sus oportunidades han ido decreciendo hasta quedar prácticamente apartado del equipo, tanto en la última etapa de Pablo Machín como en el regreso de Joaquín Caparrós al banquillo.
Ahora, según apuntan en Brasil, el jugador ya está viendo la manera de librarse de una situación que está siendo “una pesadilla” según apunta UOL Esporte.
Así pues, sus agentes están trabajando para conseguirle un nuevo destino, preferiblemente en Europa, aunque no se descarta que regrese al fútbol brasileño. De hecho, el Corinthians estuvo muy interesado en repescarle durante el mercado invernal.
En principio, la Serie A italiana y la Ligue 1 francesa son las predilecciones de Arana, y ya se habla del interés de equipos como el Milan, la Sampdoria, el Bolonia, el Girondins de Burdeos y el Olympique de Lyon.
Sea como fuere, Monchi está abierto a recibir cualquier propuesta para deshacerse de una de las grandes apuestas de Óscar Arias en su etapa como director deportivo sevillista. Todos se peleaban por Arana cuando lo fichó el Sevilla, pero ya ha quedado claro que no va a triunfar en Nervión.
Arana contó con más asiduidad a principios de temporada y, de hecho, ha jugado 22 partidos en todas las competiciones, haciendo dos goles y completando 1.590 minutos. Sin embargo, su última aparición fue en el partido de la jornada 22 de LaLiga ante el Celta en Balaídos. Aquello fue el 2 de febrero y desde entonces ha alternado la grada con el banquillo.