Una auténtica tribu

Ni en un amistoso, ni sin presión, ni por calidad, ni por respeto. Estos partidos son sencillos. Si ganas cumples el expediente y te vas de vacaciones haciendo las reflexiones que se iban a hacer sí o sí. Pero si pegas el amago de petardo de esta tarde en Tanzania, ofreciendo una imagen impropia de un club laureado como el Sevilla, la crítica no debe quedarse en la superficialidad. La victoria final es, y cuesta decirlo, un milagro que no maquilla lo visto en el país africano.

Cinco a cuatro venció el equipo de Caparrós que tuvo muy poca actitud. Solo en la segunda parte aparecieron Nolito, Bryan Gil y Munir para darle la vuelta al asunto. 4-2 perdía el Sevilla a pocos minutos para el final del choque. Lo mejor, la reacción. Lo peor, la actitud de muchos jugadores y el nivel que mostraron. Arana pasado de peso, Juan Soriano viéndolas pasar, Sergi Gómez saliendo en todas las fotos de los goles, Kjaer en otra historia...En definitiva, todo el mundo desconectado. El único jugador que mostró algo de decencia y enseñó sus cualidades fue Bryan Gil. Salió en la segunda parte y lo primero que hizo fue regalarle el gol a Nolito. El de Sánlucar metió dos tantos y Promes otros dos. Escudero marcó el primer gol en la primera parte.

Todo lo visto ante el Simba SC solo fundamenta, más si cabe, la revolución que necesita la plantilla. El Sevilla no puede ir perdiendo contra el campeón de Tanzania por 2-0 en 15 minutos. No debe regalar goles como el que regaló Sergi Gómez, o que Kjaer esté a punto de marcarse un gol en propia puerta por no darle bien a la pelota.

El Sevilla ganó pero pudo haber perdido perfectamente. Hay que reflexionar. Lo ocurrido ante el Simba fue solo un ejemplo más de toda la temporada.

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