La figura de Éver Banega es fundamental para entender al Sevilla FC de los últimos años. El argentino ha cumplido los 200 partidos con la casaca nervionense desde que llegó en 2014, con una temporada de paréntesis en la que jugó en el Inter de Milán.
El argentino es uno de esos jugadores diferentes que despiertan pasiones, pero tanto para bien como para mal. Poco dado a atender a los medios, ha concedido una entrevista a la radio oficial del club en la que ha reconocido que lo pasó mal en el tramo final de la pasada temporada, en los que posiblemente fueron sus peores meses como sevillista.
Banega recordó cómo fue su regreso del Inter de Milán, enlazándolo con la pasada campaña. “Siempre se dice que la segundas partes no son buenas, pero no me tiraba ese mito. Sabía que con trabajo y esfuerzo la gente te lo da en la cancha. La temporada pasada fue difícil, me toco jugar en una posición que no está acostumbrado, pero me hago responsable. Pasé momentos malos. Dejé de escuchar comentarios y me centré solo en esta temporada. Mi decisión fue seguir, aquí estoy haciendo oídos sordos”.
Y es que el centrocampista reconoce que tuvo momentos duros. “Lo pasé mal. Nunca me habían sacado tantas tarjetas amarillas y rojas. Eran momentos de desesperación, se veía que se nos estaba escapando, teníamos a tiro la Champions y casi nos quedamos fuera de la Europa League. Son momentos de desesperación y uno se equivoca”.
“Sentí por momentos que la gente quería que no siguiera este año, la realidad es así. Me sentí raro, pero voy a demostrar dentro de la cancha que se están equivocando”, sentenció Banega.
Además, Banega tocó otros asuntos de su situación y su pasado en el Sevilla.
200 partidos. “Mucho orgullo. De llegar de una etapa muy difícil, venia casi a empezar de cero, no es fácil. No se cumplen todos los días. Para mí es satisfactorio estar en esta etapa de mi vida en el SFC, la quinta temporada y la disfruto como si fuera la primera”.
Sevilla y el Sevilla. “Encontramos un bienestar familiar, un lugar de confort importante. El club es una familia y eso te hace sentir cómodo”.
Recuerdos. “Uno siempre quiere ganar cosas y los lindos recuerdos son cuando ganaba. Obviamente las finales, pero también me quedó marcado el empate al Liverpool en nuestra cancha nuestra, en la primera nos podíamos comer cinco goles y en la segunda ellos no pasaron de la mitad de la cancha. Me quedo con el gol de la final de la Supercopa contra el Barça, que perdimos 5-4”.
Su regreso del Inter. “Sabía desde un principio que volver estaba en mi cabeza. Había sido una decisión difícil irme, pero era necesario salir un poco de la tranquilidad y buscar nuevos retos, se venía el Mundial y no estaba jugando. Sabía que en el Sevilla podía jugar y mi objetivo era ir al Mundial. Es el club donde me dieron el cariño y la tranquilidad necesaria. Monchi y Unai fueron gran parte de darme lo que necesitaba. Aquí me empecé a sentir cómodo, a madurar y jugar de verdad al futbol”
El fichaje. “Estaba en Newell’s todavía, quedaban pocas fechas, y me llamó Unai Emery para preguntarme si quería venir al Sevilla. Un día y medio después le llamé, le di el OK. Las negociaciones fueron largas, estuve haciendo la pretemporada en el Valencia pero pude salir y venir al Sevilla”.
Monchi. “El club lo necesitaba. Todos estamos contentos con la llegada de él y esperemos que el proyecto que armó se pueda terminar y terminar bien”.