Según la siempre recurrente pero no infalible Wikipedia, el ‘Día D’ es “un término usado genéricamente por los militares aliados en la Segunda Guerra Mundial, para indicar el día en el que se efectuó un ataque o una operación de combate. Históricamente, se utiliza el término día D para referirse al 6 de junio de 1944 en la Segunda Guerra Mundial, día en el que comenzó a ejecutarse la denominada Operación Overlord”. Es decir, el día que comenzó el Desembarco de Normandía, hecho que marcó la historia del planeta de ahí en adelante.
Como comprenderán, el titular de esta previa no tiene nada que ver con eso, pues la importancia del partido que jugará el Sevilla FC ante el Dudelange en tierras luxemburguesas es nimia. Primero por el rival, uno de los más débiles que se ha encontrado en sus casi 130 años de historia y 200 partidos por Europa, y después por la relevancia de lo que se pone en juego. Ganar le clasificará, pero si no lo hace tendrá dos oportunidades más ante oponentes de un nivel también inferior. Así pues, se trata de un simple juego de palabras de este redactor.
Pocas veces se ha encontrado el Sevilla a un rival de menor nivel, aunque es cierto que en el Ramón Sánchez-Pizjuán dieron la cara y aguantaron el partido mejor de lo que se esperaba. Su baza es el terreno de juego, que no se espera que esté en las mejores condiciones pero al menos no tan mal como cuando el eterno rival visitó Luxemburgo hace poco menos de un año, un día en el que no lesionarse era una proeza.
Cada vez que juega Munas Dabbur es noticia, y ante el Dudelange en Luxemburgo apunta a titular indiscutible. Si lo fue en el Sánchez-Pizjuán y completó el partido, nada hace indicar que no juegue también en el país centroeuropeo y que busque su primer gol con la camiseta blanquirroja. La Europa League siempre ha sido su competición y en el Sevilla, de momento, es la única que juega. No empiezan por D, pero también es día importante para hombres como Bono, Pozo, Sergi Gómez o Rony Lopes. Como no es seguro, la D de debut no será un apartado propio en esta previa, pero Pepe Mena y, sobre todo, José María Amo tienen muchas papeletas para estrenarse como jugadores del primer equipo nervionense.
Lo más interesante a priori del encuentro es que el Sevilla cuenta con una oportunidad única de apartar, a 7 de noviembre, la Europa League hasta febrero. Si gana estará clasificado, si empata depende de otros resultados y si pierde la herida será poco profunda. La mejor de las situaciones sería vencer y que el Qarabag no lo hiciera en Chipre. En ese caso ya habría asegurado el primer puesto del Grupo A y su clasificación como cabeza de serie para el sorteo de los dieciseisavos de final.
Y todo esto, como no, con el derbi ante el Real Betis Balompié del próximo domingo en lontananza. De una fecha que habría sido muy incómoda con otro sorteo de la fase de grupos a otro en el que las circunstancias le permiten a Lopetegui, aunque no lo diga, pensar en el Villamarín. Este jueves hay que ganar, pero el domingo es obligatorio hacerlo.